miércoles, 24 de noviembre de 2010

*La vejez no es una tragedia, lo es el tedio

¿Cómo debe de ser vivir pensando que tienes hijos pequeños pero eres incapaz de encontrarlos? Y esos hijos, que en realidad ya son adultos y están intentando tranquilizarte, son para ti extraños. Eso es la demencia, pierdes la memoria a corto plazo.
“Y la música sigue sonando”, de Graham Stokes, psicólogo clínico experto en demencia, es un libro que relata 22 historias de personas ordinarias haciendo cosas extraordinarias: enfermos que se hacen listas minuciosas de los pasos que han de seguir para poder ir al súper, coger las llaves, cerrar la puerta, girar a la derecha... Hasta que ya no saben cuál es la derecha y se sienten perdidos. Y médicos y cuidadores que van más allá de la etiqueta, hurgan en su pasado para comprenderlos.
Graham Stokes tiene 56 años. Nació en Londres y vive en Birmingham, donde es profesor y trabaja en un gran hospital en temas de demencia. “Deberíamos erradicar el racismo y las desigualdades. No creo en las estructuras religiosas, pero sí en la espiritualidad”, afirma.

.-El tiempo pasa y con suerte llegamos a viejos.
Nos arrugamos, nos fallan las piernas, nuestro cuerpo envejece...

.-No siga.
Lo que le ocurre al cuerpo es desalentador, pero la mente y las emociones pueden darnos satisfacciones insospechadas. La vejez no es una tragedia, lo es el tedio.

.-Con demencia, ¿sigues siendo tú mismo?
La esencia de la persona permanece. Sus hábitos, sus miedos, sus inseguridades persisten y conviven con la demencia. La demencia es una discapacidad intelectual, se destruye la memoria reciente y permanecen los recuerdos históricos con absoluta viveza.

.-Debe de haber vivido historias conmovedoras.
Sylvia deambulaba todo el día por la residencia y se caía, tropezaba con todo y con todos y siempre decía: "Lo siento, lo siento mucho. Es terrible, terrible". Su comportamiento no tenía sentido y el dolor de las caídas no la disuadía de seguir caminando y buscando a alguien para disculparse.

.-Qué triste.
Descubrí que su hijo había muerto asesinado y que ella nunca expresó ese dolor; cogió todas sus cosas y las metió en una caja en el sótano. No volvió a nombrarlo, pero perdió la alegría de vivir y 30 años después proyectaba su dolor en los demás.

.-¿Y por eso decía que lo sentía?
Sí. Podíamos interpretar su deambular como consecuencia del alzheimer o como una mujer con alzheimer que intenta sobrevivir a la muerte de su hijo.

.-Matiz importante.
Le dimos la caja de los recuerdos de su hijo y quedó totalmente absorbida por ellos, acariciaba su bufanda con cariño y a veces reía viendo sus dibujos. Su hijo volvió a la vida y se sentía contenta, un sentimiento que no experimentaba desde hacía 30 años. No volvió a deambular ni a pedir disculpas.

.-¿Alguno de sus pacientes le ha hecho llorar?
Ahora, como usted, ante la historia de Sylvia, estoy reprimiendo mis sentimientos para poder decirle que la persona está por delante de la demencia, y que si conocemos a la persona y no caemos en eso de "es inútil", podemos entender sus comportamientos extraños y ayudarle.

.-¿Lo habitual es dejarlo por inútil?
A Sylvia lo normal es que se la sedara para que en su caminar incansable no se hiciera daño. Se trata el síntoma, pero no la causa. La medicación antipsicótica sirve para hacer más fácil la vida a los cuidadores.

.-¿Cómo se siente un demente?
Asustado. No sabe que sufre demencia, y esa es la tragedia. Es como cuando te despiertas a media noche y no sabes dónde estas..., y todavía peor: te preguntas dónde estás pero al cabo de treinta segundos te has olvidado de que te lo has preguntado y vuelves a preguntártelo una y otra vez.

.-¿Qué quieren esos enfermos?
Afecto, calor humano, vivir momentos placenteros. Si los conocemos, si conocemos su pasado, podemos encontrar qué actividades les gustaban y repetir la experiencia.

.-¿Funciona?
Sí en el momento, porque no lo recordarán.

.-Un trabajo ingrato.
Los cuidadores tienen que ser pacientes, tolerantes, resistentes emocionalmente y tener siempre presente que el dolor se olvida pero las emociones permanecen.

.-Eso es esperanzador.
Si le hablo con cariño y le acaricio la mano, lo olvidará, pero no la emoción positiva que le he generado, y lo mismo ocurre si le trato mal. La persona sigue estando allí a pesar de que su capacidad intelectual se haya ido.

.-Un padre que no reconoce a su hija.
Para los familiares es agotador y destructivo: dependen de ti para todo pero no te reconocen. Alguien le saca de la cama, le baja los pantalones y lo sienta en el retrete, pero no sabe por qué y se resiste. Sabe que tiene una mujer o un marido, pero no reconoce a esa o ese anciano que está a su lado.

.-Recuerda al hombre o la mujer joven con la que se casó.
Exacto, y puede buscar un contacto inadecuado con su hija, porque piensa que su hija es su mujer. Así que al final la demencia afecta a toda la familia.

.-Disculpe esta pregunta, pero ¿merece la pena vivir así?
Creo que puedes darles momentos de felicidad, pero tienes que estar constantemente realimentándolos, sólo puedes trabajar en el aquí y ahora; y recordar que no son personas huecas, no sólo queda un cuerpo con el que puedes hacer lo que quieras.

.-Para cuidar a estas personas hace falta una capacidad emocional de gigante.
Sí, porque no tiene que ver con el conocimiento y las capacidades técnicas, sino con el corazón y la empatía, tienes que tratar al otro como si fueras tú. Pero yo he visto esa pasión en muchos cuidadores que llegan a tener una vida llena de sentido cuando descubren la pregunta más extraordinaria.

.-¿Cuál es la pregunta?
Por qué: por qué la persona se comporta de esa manera. Los cuidadores se convierten en detectives clínicos y la sensación de logro puede ser extraordinaria. El médico ya hizo su diagnóstico, la familia está desmoralizada, ya has oído esa frase: "Ese ya no es mi marido"; pero tú, encontrando a la persona que sigue estando ahí, puedes demostrarles que están equivocados.

(Entrevista publicada en "La Contra" de La Vanguardia).

martes, 23 de noviembre de 2010

*Correo Aereo (trío mexicano)



Le cantaré a las estrellas
lo que iba a cantarte a ti,
no quisiste oír mis penas,
¡ay, pobrecito de mí.
Bendito es aquel que ama
y no te conoce a ti,
y no te conoce a ti,
¡ay, larala... ¡ay larala...
y no te conoce a ti.

¡Ay, penas de los amores,
destrozan el corazón,
nos causan grandes dolores
que nos quitan la razón.
¡Ay, amor de mis amores
quiéreme por compasión,
quiéreme por compasión,
¡ay, larala... ¡ay larala...
quiéreme por compasión.

Una flor me dijo un día
no entreges todo tu amor,
si tienes tal osadia
te roban el corazón.
Ay, florecita temprana
yo sé que tenías razón,
yo sé que tenías razón
¡ay, larala... ¡ay, larala..
yo sé que tenías razón.

Traigo una pena en la cara,
que toditos me la ven.
Yo quiero que ellos la vean,
pero que la vean bien.
Y entonces verán tu cara,
que pena tan cara ven,
que pena tan cara ven,
¡ay, larala... ¡ay, larala...
que pena tan cara ven.

*Los tribunales son uno de los fracasos del derecho

Scott Turow, abogado, fiscal y escritor de thrillers legales, piensa todo lo que dice. Su mirada es implacable, y hay en él un poso de tristeza. Por lo demás, es un abogado de éxito en Chicago, tiene uno de los bufetes más importantes, y su elegante imagen se corresponde con ello.
Comenzó siendo un joven escritor, profesor de narrativa en la Universidad de Stanford, carrera que interrumpió para dedicarse al derecho hasta que mezcló ambas pasiones y publicó la primera de sus ocho novelas superventas: “Presunto inocente”, que Alan J. Pakula llevó al cine protagonizada por Harrison Ford. Veinte años después se preguntó cómo el protagonista habría sobrevivido a su crimen y por qué cometemos dos veces los mismos errores; así nació su nueva novela: “Inocente”, (Editoral Mondadori).

Tengo 61 años. Nací y vivo en Chicago. Estoy divorciado, tengo tres hijos y vivo en pareja. Tengo un bufete. El gobierno debe a todos los ciudadanos respeto y dignidad por igual. Me educaron como judío, sigo celebrando las fiestas tradicionales, pero soy agnóstico

.-Dígame una de sus verdades más profundas.
Que a pesar de los pesares lo que más desean los seres humanos es que les quieran; morimos por ello.

.-¿Ha visto amor en los tribunales?
Los tribunales son uno de los principales fracasos del derecho. Allí no puedes hablar de amor, y además se suele funcionar como si el amor no existiera.

.-¿Cuál es la realidad de la justicia?
La realidad del poder, así que al final es el poder el que determina lo que es real dentro del sistema judicial. Si sucedió algo y el sistema judicial decide que no sucedió, entonces en el sistema judicial no es real.

.-¿El dinero y el poder eluden con más facilidad la justicia?
Casi todos los pobres que son acusados de un crimen acaban en la cárcel, aunque algunos no son culpables; entre los ricos eso es infrecuente.

.-Se dedicó usted a la corrupción en las altas esferas.
Como fiscal y como abogado defensor. Cuando era fiscal, mi mujer me dijo que debería tener un rótulo en mi despacho que rezara: "Todos mienten, los clientes, los abogados de la defensa, a veces también la policía".

.-¿La mentira reina en los tribunales?
A lo largo de los años me han impresionado las maneras extrañas y sorprendentes que la gente tiene de acabar inventando cosas por su propio sentimiento de inadaptación.

.-¿A qué se refiere?
He visto a multimillonarios robar cantidades de dinero irrisorias, y no es por avaricia, es simplemente porque les parece que tienen que hacerlo. Hay una multitud de maneras con que la gente intenta superar su infelicidad, y eso me ha impresionado.

.-No entiendo eso de que tienen que hacerlo, tienen que robar.
A veces, porque quieren pensar en sí mismos como personas poderosas; a veces, porque se creen tan importantes que consideran que no tienen que seguir las reglas; a veces, porque, a pesar de todo, creen que otros tienen más autoconfianza y su manera de compensarlo es robando.

.-¿Desencantado de su oficio?
Bueno, en primer lugar, creo que en la mayoría de los casos el derecho se acerca bastante al acierto; pero tengo que admitir que el negocio del derecho me desasosiega.

.-Cuénteme.
Los abogados en Estados Unidos ejercen para ganarse bien la vida, no para hacer justicia, y eso inquieta. El tipo de sistema, un poco fábrica de hacer justicia, especialmente con la gente pobre, me preocupa. Pero cuanto mayor me hago, más reconozco que algunos de los problemas con el derecho resultan de la dificultad que todos tenemos a la hora de escuchar y entender al otro.

.-A veces tienen que defender a gente que saben que es culpable.
Si yo sé que un cliente es culpable, no le dejo testificar ante el tribunal que es inocente, pero eso no significa que no ponga a prueba la demostración propia del Estado.

.-Es un tema que ha trabajado en sus libros: que un culpable acabe libre.
Muy a menudo el sistema legal es moralmente desconcertante. Es desconcertante cuando un culpable sale libre y cuando un inocente es condenado, pero después de haber reflexionado mucho sigo pensando que es la manera correcta de hacer las cosas.

.-¿Por qué falla la justicia?
Hay jueces estúpidos, abogados incompetentes y malas leyes.

.-Usted dedica parte de su tiempo a defender a gente desfavorecida. ¿Qué cree que diferencia a los ricos de los pobres?
Los pobres no se merecen ser pobres, simplemente son pobres, y eso en sí mismo marca unas diferencias ingentes.

.-Y lucha contra la pena de muerte.
Yo no creo que la ley sea jamás capaz de encontrar una manera de llegar sólo a los casos en que sea justo aplicarla. Y la realidad es que en mi país la gente que está en el corredor de la muerte son en una mayoría aplastante pobres.

.-A un abogado triunfador, ¿la moral es algo que le estorba?
Dudo que haya un abogado exitoso que pueda decir: "Nunca en toda mi carrera he hecho algo que no sea ético". Pero creo que se puede ser un abogado exitoso y ejercer éticamente.

.-Hay estudios que demuestran que el colectivo más infeliz es el de los abogados.
Sí, y hay muchos motivos: es un trabajo con muchas exigencias. Pero lo peor de todo es que siempre estás luchando contra alguien, es como un matrimonio en el que discutes todos y cada uno de tus días. Pero se gana mucho dinero, y eso, a veces, los hace todavía más infelices.

.-¿Por qué?
No se sienten realizados. En el día a día la vida de un abogado puede ser estresante y a menudo llena de rabia.

.-¿Por qué retomar la misma historia de Presunto inocente 20 años después?
Para responderme a la pregunta de por qué seguimos cometiendo una y otra vez los mismos errores.

.-¿Alguna conclusión?
Por un motivo u otro, las personas son incapaces de enfrentarse a lo que tienen que hacer para cambiar.

.-¿Cuál es la pregunta más importante que se ha hecho?
¿Puedo llegar a ser feliz?

(Entrevista publicada en "La Contra" de La Vanguardia).

lunes, 22 de noviembre de 2010

*La luz está en la mirada


La pintura de Elisabeth Gimferrer es limpia y a la vez transparente, luminosa y atractiva, tierna y al mismo tiempo firme, que enamora. Hay detrás de cada pincelada la sensibilidad que imprime el misterio del instante visto con ojos críticos.
Abstrae lo que es justo para reflejar en cada ambiente lo necesario y también para que quien observa la obra se pueda sentir bien.
Su dibujo atractivo, bien hecho y organizado hace que se distribuya con sensibilidad cada uno de los elementos de la composición pictórica, que estén en su sitio.

Elisabeth Gimferrer Pascual nace en Barcelona el 6 de Julio de 1958 en el seno de una familia con sensibilidad por el arte. Desde pequeña siente gran afición por la pintura y el dibujo.

En el año 1984 ingreso en la academia del pintor y escultor Pelayo Vizneta de Merlo.

Desde 1986 hasta 1988, junto con tres artistas más, pinta en el estudio del pintor Xavier Abella, en Cabrils, participando en los acontecimientos artísticos que organiza el pueblo, y también haciendo salidas pintando del natural en entornos diferentes.

En el año 1984 ingresa en la academia del pintor y escultor Pelayo Vizneta de Merlo.

A partir de 1990 se centra de lleno en el paisaje del Maresma, lugar donde reside, e imparte clases de pintura desde el año 1995 en el colegio "La Olivera", de Cabrils.

Desde el año 1998, también da clases de pintura en el centro cívico “La Fábrica”, del ayuntamiento de Cabrils, y desde ese mismo año imparte cursos de pintura en su estudio, enseñando diferentes técnicas de pintura y pintando del natural.

Actualmente, es miembro de la "Asociación de artistas de Cabrils", participando cada año en el jurado del "Premio de pintura rápida" que otorga el ayuntamiento de dicho pueblo. También es socia de la revista "Vilasar Art", participando en exposiciones que organiza dicha revista.

La música de este video-clip se llama Stabat Mater, como el poema religioso del siglo XIII en el que se basa, y que recrea las emociones de la Virgen al pie de la cruz. Dicho poema ha sido musicado a lo largo del tiempo por muchos grandes compositores.
Esta versión (dirigida e interpretada por Cliford Gurdin y la London Metropolitan Ensamble), es sólo un pequeño fragmento del 1º movimiento del Stabat Mater compuesto por Antonio Vivaldi.
La versión de Cliford Gurdin sólo incluye las tres primeras estrofas del largo poema medieval, y forma parte de la excelente película “El talento de Mr. Ripley”, basada en una novela de Patricia Highsmith, con una inquietante interpretación de Matt Damon. La película obtuvo cinco nominaciones al “Oscar”.
Añado la letra en el original (latín) y su traducción al español.

Stabat Mater dolorosa
Justa crucem lacrimosa, lacrimosa.
Dum pendebat, dum pendebat filius.

Stabat Mater dolorosa, dolorosa.
Justa crucem lacrimosa, lacrimosa.
Dum pendebat, Dum pendebat filius.

Estaba la Madre dolorosa
llorando, llorando junto a la cruz
de la que pendía, de la que pendía su hijo.

Estaba la Madre dolorosa, dolorosa
Llorando, llorando junto a la cruz
de la que pendía, de la que pendía su hijo.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

*Un amor secreto

María amaba a Mario en silencio. Lo amó así toda la vida, desde el primer instante en que lo vio. Asistió con amor a sus nupcias con otra. Celebró felizmente el nacimiento de los hermosos hijos que aquella le dio y el de los hijos de éstos, sus nietos. Lo siguió amando ya viudo, y a lo largo del tiempo, mientras lo veía envejecer y enfermar. Lo amó cuando, finalmente, una tarde Mario murió y tocó enterrarlo, y lo siguió recordando con igual amor hasta el día en que ella misma cerró los ojos a la vida.
María murió feliz, amando a Mario sin añoranzas ni deseos de él, como había hecho siempre. Mario jamás supo de ese amor silencioso y absoluto de María, lo cual prueba –según creo- la secreta veracidad de esta historia.

(Del manuscrito "En busca del asombro").

domingo, 7 de noviembre de 2010

*Damien Jurado (cantautor estadounidense)



Is he still coming around like an injured bird needing a nest?
A place to rest his head in a song you'll regret
Still you take him
Lord knows I don't want to compete
But I still sleep in the very sheets he's been in

Swallow him whole like a pill that makes you choke and stills your soul
You have the nerve to look me in the eyes and lie
Send him back
I'll share the trap that you have me in

Is he still coming around like an injured bird needing a nest?
A place to rest his head in a song you'll regret
Still you take him
Lord knows I don't want to compete
But I still sleep in the very sheets he's been in

Swallow him whole like a pill that makes you choke and stills your soul
You have the nerve to look me in the eyes and lie
Send him back
I'll share the trap that you have me in

(Still you sleep in the very sheets he's been in)

*La creatividad se aprende

Sir Ken Robinson, experto que preconiza un sistema educativo que enseñe a innovar. Porque a ser innovador se aprende igual que a sumar: a cualquier edad y en cualquier circunstancia, con la única condición de tener ganas. Robinson nos anima a desaprendernos de lo mal aprendido en la escuela y a renovarnos hasta encontrar nuestra propia zona creativa, para alcanzar la misma e intensa conexión con la vida que gozaron Einstein o Mozart.

Tengo 60 años: irrelevantes cuando eres capaz de crear como un niño, y todos somos capaces si queremos. Nací en un barrio humilde de Liverpool, como los Beatles, creativos sin escuela. No soy buen gregario, así que no tengo partido, pero sí política.

Un día visitando un colegio vi a una niña de seis años concentradísima dibujando. Le pregunté: "¿Qué dibujas?". Y me contestó: "La cara de Dios". -"Nadie sabe cómo es", observé. "Mejor - dijo ella sin dejar de dibujar-, ahora lo sabrán".

.-Todo niño es un artista.
Porque todo niño cree ciegamente en su propio talento. La razón es que no tienen ningún miedo a equivocarse... Hasta que el sistema les va enseñando poco a poco que el error existe y que deben avergonzarse de él.

.-Los niños también se equivocan.
Si compara el dibujo de esa niña con la Capilla Sixtina, desde luego que sí, pero si la deja dibujar a Dios a su manera, esa niña seguirá intentándolo. El único error en un colegio es penalizar el riesgo creativo.

.-Los exámenes hacen exactamente eso.
No estoy en contra de los exámenes, pero sí de convertirlos en el centro del sistema educativo y a las notas en su única finalidad. La niña que dibujaba nos dio una lección: si no estás preparado para equivocarte, nunca acertarás, sólo copiarás. No serás original.

.-¿Se puede medir la inteligencia?
La pregunta no es cuánta inteligencia, sino qué clase de inteligencia tienes. La educación debería ayudarnos a todos a encontrar la nuestra y no limitarse a encauzarnos hacia el mismo tipo de talento.

.-¿Cuál es ese tipo de talento?
Nuestro sistema educativo fue concebido para satisfacer las necesidades de la industrialización: talento sólo para ser mano de obra disciplinada con preparación técnica jerarquizada en distintos grados y funcionarios para servir al Estado moderno.

.-La mano de obra aún es necesaria.
¡Pero la industrialización ya no existe! Estamos en otro modo de producción con otros requerimientos, otras jerarquías. Ya no necesitamos millones de obreros y técnicos con idénticas aptitudes, pero nuestro sistema los sigue formando. Así aumenta el paro.

.-Pero se nos repite: ¡innovación!
La piden los mismos que la penalizan en sus organizaciones, universidades y colegios. Hemos estigmatizado el riesgo y el error y, en cambio, incentivamos la pasividad, el conformismo y la repetición.

.-No hay nada más pasivo que una clase.
¿Es usted profesor, verdad? Las clases son pasivas porque los incentivos para estar calladito y tomar apuntes que repetirá son mayores que los de arriesgarse a participar y tal vez meter la pata. Así que, tras 20 años de educación en cinco niveles que consisten en formarnos para unas fábricas y oficinas que ya no existen, nadie es innovador.

.-¿Cuáles son las consecuencias?
Que la mayoría de los ciudadanos malgastan su vida haciendo cosas que no les interesan realmente, pero que creen que deben hacer para ser productivos y aceptados. Sólo una pequeña minoría es feliz con su trabajo, y suelen ser quienes desafiaron la imposición de mediocridad del sistema.

.-Tipos con suerte...
Son quienes se negaron a asumir el gran error anticreativo: creer que sólo unos pocos superdotados tienen talento.

.-"Sé humilde: acepta que no te tocó".
¡Falso! ¡Todos somos superdotados en algo! Se trata de descubrir en qué. Esa debería ser la principal función de la educación. Hoy, en cambio, está enfocada a clonar estudiantes. Y debería hacer lo contrario: descubrir qué es único en cada uno de ellos.

.-¿La creatividad no viene en los genes?
Es puro método. Se aprende a ser creativo como se aprende a leer. Se puede aprender creatividad incluso después de que el sistema nos la haya hecho desaprender.

.-Por ejemplo...
Soy de Liverpool y conozco el instituto donde recibieron clases de música mi amigo Paul McCartney y George Harrison... ¡Dios mío! ¡Ese profesor de música tenía en su clase al 50 por ciento de los Beatles!

.-Y...
Nada. Absolutamente nada. McCartney me ha explicado que el tipo les ponía un disco de música clásica y se iba a fumar al pasillo.

.-A pesar del colegio, fueron genios.
A Elvis Presley no lo admitieron en el club de canto de su cole porque "desafinaba". A mí, en cambio, un poliomielítico, me admitieron en el consejo del Royal Ballet...

.-Ahí, Sir, acertaron de pleno.
Allí conocí a alguien que había sido un fracaso escolar de ocho años. Incapaz de estar sentada oyendo una explicación.

.-¿Una niña hiperactiva?
Aún no se había inventado eso, pero ya se habían inventado los psicólogos, así que la llevaron a uno. Y era bueno: habló con ella a solas cinco minutos; le dejó la radio puesta y fue a buscar a la madre a la sala de espera; juntos espiaron lo que hacía la niña sola en el despacho y... ¡estaba bailando!

.-Pensando con los pies.
Es lo que le dijo el psicólogo a la madre y así empezó una carrera que llevó a esa niña, Gillian Lynne, al Royal Ballet; a fundar su compañía y a crear la coreografía de Cats o El fantasma de la ópera con Lloyd Webber.

.-Si hubiera hecho caso a sus notas, hoy sería una frustrada.
Sería cualquier cosa, pero mediocre. La educación debe enfocarse a que encontremos nuestro elemento: la zona donde convergen nuestras capacidades y deseos con la realidad. Cuando la alcanzas, la música del universo resuena en ti, una sensación a la que todos estamos llamados.

(Entrevista publicada en "La Contra" de La Vanguardia).