martes, 22 de diciembre de 2009

*Eilen Jewell (cantante americana)



If my man asks ‘bout what I’ll do,
now that he’s turned me loose.
Tell him I’ve gone to meet all the girls
and drink all that high shelf booze.

The high shelf booze, the high shelf booze,
you won’t catch me dead with no blues.
The high shelf booze, the high shelf booze,
you won’t catch me dead with no blues.

I always said I’d be his slave
before I would be his dog.
But it looks like he’s got me rambling ‘round
and sleeping in a hollow log.

A hollow log, a hollow log,
sleeping in a hollow log.
A hollow log, a hollow log,
sleeping in a hollow log.

Well it’s one man on sunday, another on monday,
two on tuesday afternoon.
Easy come, easy go,
you won’t hear me sing no lonesome tune.

Easy come, easy go,
you won’t hear me sing no lonesome tune.
Easy come, easy go,
you won’t hear me sing no lonesome tune.

If my man asks ‘bout what I’ll do,
now that he’s turned me loose.
Tell him I’ve gone to meet all the girls
and drink all that high shelf booze.

The high shelf booze, the high shelf booze,
you won’t catch me dead with no blues.
The high shelf booze, the high shelf booze,
you won’t catch me dead with no blues.
The high shelf booze, the high shelf booze,
you won’t catch me dead with no blues.

*Eilen Jewell vive un momento dulce. Acaba de editar un álbum impecable, “Sea of tears”, recibe llamadas de promotores de ambos lados del charco, y se ha prometido al hombre de su vida. Toda esa plenitud choca frontalmente con las notas melancólicas de su música, fiel reflejo de sus heroínas personales, como Bessie Smith o Lucinda Williams, aunque es su su propio talento el que la convierte en una figura y una personalidad autónoma.

.-Todo en “Sea of tears” tiene un toque blues mucho más intenso que tus anteriores trabajos. ¿Es el blues un buen representante de tu estado de ánimo actual?
No diría que me siento triste todo el tiempo, ni siquiera muy a menudo. El caso es que siempre me ha gustado el blues, sobre todo el material más antiguo, o el rock and roll más primitivo, que tiene mucha influencia del blues. Me siento feliz cuando escucho esas canciones. Mientras más tristes sean, mejor. Tal vez sea por el hecho de escribir canciones tristes o escuchar música triste que soy una persona feliz casi todo el tiempo.

.-En el “Shakin’ all over” de Johnny Kid suenas como una versión femenina de John Fogerty. ¿Te gusta la comparación?
Me gusta la comparación. Es como que te digan que has sacado un sobresaliente. Me encanta John Fogerty. Puedes ponerme cualquier canción de él y me pararé a escucharla.

.-Según tu biografía, naciste en 1979. Sin embargo, tus ídolos no son Kurt Cobain ni Axl Rose, sino Bessie Smith y Woody Guthrie. ¿Cómo entraron en tu vida esos artistas?
Mis padres son unos auténticos melómanos, aunque no sean músicos. Tenían una colección de discos increíble que se pasó mucho tiempo acumulando polvo en el garaje, pero cuando mostré interés por ellos les encantó dejarme trastear entre ellos. Llegué a Bob Dylan a través de mi padre, y llegué a Guthrie a través de Bob Dylan. En cuando a Bessie Smith, eso fue un descubrimiento posterior, en la biblioteca de la universidad. Allí podías escuchar CDs mientras estudiabas y Bessie Smith me tenía intrigada por una foto que había de ella vestida con un traje súper moderno y porque cantaba cosas como “Ain’t nobody’s business like I do” y otras canciones muy valientes. No es que aquella música me ayudara mucho a estudiar, pero se convirtió de inmediato en una de mis canciones favoritas y fue una de las primeras cosas que aprendí a tocar con la guitarra. Aún hoy me encanta tocarla.

.-Has dicho en alguna ocasión que tocar en la calle te ha ayudado a establecer tus propios límites como músico. ¿Qué límites son esos?
Mmm... creo que recuerdo lo que quería decir cuando dije eso. Aunque es difícil de explicar. Pero te puedo decir que tocar en la calle me endureció la piel. Cuando cantas en una esquina casi siempre te sientes ignorada, o de repente recibes demasiada atención de la gente equivocada. Así que aprendí a olvidarme de las cosas negativas y raras y a centrarme en mis propios pensamientos y sensaciones. Esa habilidad es muy valiosa. Creo que hay opiniones para todos los gustos, y que la gente no siempre dice la verdad. Así que tienes que confiar en tu propia opinión. Una canción es buena si a ti te parece buena, independientemente de lo que digan los demás. El tocar en la calle fue una experiencia que me ayudó a creer en mí misma.

.-Una voz dulce, una imagen delicada... ¿es Eilen Jewell tan frágil como parece?
Pues eso depende de a quién le preguntes, pero desde luego no me veo a mí misma como frágil. Puedo ser algo tímida, pero no especialmente vulnerable. La música me mantiene fuerte.

.-En fin, frágil o no, el hecho es que has vivido en todas partes: Idaho, Nuevo México, California, Massachussets... ¿Tienes espíritu nómada?
Definitivamente, sí. Creo que lo heredé de mi padre, si es que algo así va en los genes. Cuando estoy en un mismo lugar mucho tiempo me vuelvo inquieta, y siempre me encantaron los hoteles y las autopistas. Está claro que he elegido la profesión ideal.

.-Nos hemos referido antes a tus días como músico callejero, cuando sólo erais tu guitarra y tú. Muchos de tus compañeros siguen haciéndolo de esa manera aunque hayan conseguido un cierto estatus, pero tú preferiste una banda de acompañamiento. ¿Por qué?
Porque me encanta el sonido de las bandas que están bien compenetradas. Mis artistas favoritos tocan casi todos con banda: Lucinda Williams, Bob Dylan, Chick Prophet, Big Sandy & His Fly-rite boys... Disfruto mucho de la energía que genera un grupo de personas sobre un escenario y no estoy segura de que se pueda conseguir lo mismo tocando en solitario. Son cosas diferentes. Ya desde que empecé supe que mi meta sería tocar con una banda. Me llevó algo de tiempo, pero encontré a la gente adecuada.

.-“Hay una sola constante en este mundo: nada permanece igual”. Ese es el primer verso de tu último disco. Entonces, ¿qué ha cambiado en Eilen Jewell desde los días en que tocaba en Venice Beach hasta ahora, cuando aparece en festivales europeos?
Buena pregunta. Parece que haga mucho tiempo de aquello, y lo cierto es que sólo han pasado unos pocos años. Supongo que una de las cosas en las que he cambiado es que ahora he aprendido y he aceptado la belleza que hay en comprometerse y tener responsabilidades. Antes era una buscavidas. Juraba que nunca me casaría y era incapaz de verme a mí misma haciendo algo durante más de un año o dos. Pero al final me di cuenta de que el buscavidas se pierde muchas cosas. Si no hubiera aprendido las reglas del compromiso jamás habría podido tocar en Europa ni estaría prometida ahora mismo a la mejor persona que hay en este mundo. El compromiso es un sacrificio, pero te da mucho a cambio. Y la responsabilidad puede ser una carga, pero si se trata de algo que te importa de verdad, te sientes bien haciéndote responsable de ello.

.-Todos tus iconos personales son talentos enormes e irrepetibles. ¿Aspiras a igualarlos o te conformas con honrarlos?
Para mí es suficiente con honrarles, con hacerles justicia cuando los versiono. No soy nada competitiva. Pero a lo que aspiro de verdad es a ser lo suficientemente buena para mí misma. Creo que la mayoría de los músicos tienen una lucha con ese crítico interior, pero superar eso y estar al nivel de las propias expectativas es el quid de la cuestión.

.-La última: ¿cómo te sentiste cuando supiste que Michael Jackson había muerto?
Creo que dije algo como “¡Pero no se puede morir! ¡Es Michael Jackson!”. De alguna manera parecía como si ni tuviese edad, como si estuviese más allá de la muerte. Pero acabas comprendiendo que la muerte es la única cosa que todos tenemos en común. Incluso las estrellas del pop.

*Todos mentimos, lo que cambia es la dosis

Engañamos por cordialidad, por convivencia, por ocultar delitos o por egocentrismo. Hay embustes que crecen demasiado hasta requerir gran cantidad de tiempo y energía para ser mantenidos.

A un cortés "¿qué tal?" en el ascensor de la oficina, poca gente respondería que muy deprimida porque está punto de divorciarse, pese a que sea verdad. Pura socialización. Mark Twain lo tenía claro: "Nadie podría vivir con alguien que dijera continuamente la verdad".

Mentimos porque están los otros. Las relaciones requieren este tipo de ficciones convenidas, casi siempre balsámicas. El psiquiatra Carlos Castilla del Pino sostiene que "la vida social exige mejorar a nuestra manera la imagen de nosotros mismos de cara a los demás".

Hay mentiras, sin embargo, que crecen demasiado y alcanzan el otro extremo de la falsedad, la impostura. Para eso hace falta cálculo, voluntad de engaño, un montón de energía, ingenio, memoria y probablemente mucho tiempo. Es así como se logra ocultar la propia identidad para cimentar una nueva sobre una mentira.

El caso de Enric Marco es ejemplar. El hombre se pasó casi 30 años diciendo que había estado en el campo de concentración nazi de Flossenbürg. Recibió la Cruz de Sant Jordi, una de las más altas distinciones que concede la Generalitat catalana. Dio cientos de conferencias. Se inventó un número de deportado, el 6.448. Presidió la asociación Amical de Mauthausen. Cuando un historiador que llevaba tres años rastreando las vidas de españoles víctimas del Holocausto descubrió, demostró y denunció la impostura, Marco dijo que no lo hizo "por maldad". "Parecía que me prestaban más atención y podía difundir mejor el sufrimiento de quienes pasaron por los campos de concentración".

A veces sólo se miente para ocupar el centro de atención. El problema surge cuando la impostura es radical o vital; cuando ocupa el centro de la personalidad del sujeto. Detrás de un impostor siempre hay una "insatisfacción personal" .

Una mentira exige otras muchas más. Una gran mentira exige compromiso. Calcularla, elaborarla, elucubrar posibles escenarios peligrosos y respuestas a preguntas incómodas, capacidad de improvisación.

Cuanta más gente esté implicada en la mentira, mayor riesgo asume el impostor. A algunos les da exactamente lo mismo. La realidad se convierte en un mero estorbo que puede ser modificado. El fabulador, directamente la ignora. Si se le confronta con los datos, improvisa otra versión. Sin embargo, la mayoría hace un cálculo que termina siendo imposible de controlar: la bola tiene vida propia y es difícil de parar.

En las grandes mentiras siempre existe la duda de si, a fuerza de repetírselas y contarlas, el impostor acaba por creérselas. La mayoría de ellos no padece ninguna enfermedad mental. Mentir casi siempre es una elección.

La mentira es una cuestión de dosis: un poco de autoengaño y algo de cortesía para poder salir a la calle.

*(Extracto de un artículo publicado por Silvia Blanco en el periódico "El País").

domingo, 20 de diciembre de 2009

*Katie Melua (I)



If you were a cowboy I would trail you.
If you were a piece of wood I’d nail you to the floor.
If you were a sailboat I would sail you to the shore.
If you were a river I would swim you.
If you were a house I would live in you all my days.
If you were a preacher I’d begin to change my ways.

Sometimes I believe in fate,
but the chances we create,
always seem to ring more true.
You took a chance on loving me,
I took a chance on loving you.

If I was in jail I know you’d spring me.
If I was a telephone you’d ring me all day long.
If I was in pain I know you’d sing me soothing songs.

Sometimes I believe in fate,
but the chances we create,
always seem to ring more true.
You took a chance on loving me,
I took a chance on loving you.

If I was hungry you would feed me.
If I was in darkness you would lead me to the light.
If I was a book I know you’d read me every night.

If you were a cowboy I would trail you.
If you were a piece of wood I’d nail you to the floor.
If you were sailboat I would sail you to the shore.

If you were sailboat I would sail you to the shore.

Katie Melua, nacida en 1984 en Georgia (exrepública de la URSS), emigró con sus padres a Irlanda del Norte a los nueve años.
Desde el lanzamiento en 2004 de su primer disco, "Call Off The Search", la cantante y compositora ha sido la artista femenina con más discos vendidos en Reino Unido y en 2006 se convirtió en la artista británica con más ventas en todo el mundo.
La fulgurante carrera de Katie Melua continua con el lanzamiento de su tercer disco "Pictures" un disco que reafirma el status de Katie como una vocalista única y extraordinaria.

viernes, 18 de diciembre de 2009

*Si esto es un hombre (Primo Levi)

Los que vivís seguros en vuestras casas caldeadas,
los que os encontráis, al volver por la tarde,
la comida caliente y los rostros amigos:

considerad si es un hombre
quien trabaja en el fango,
quien no conoce la paz,
quien lucha por la mitad de un panecillo,
quien muere por un sí o por un no.

Considerad si es una mujer
quien no tiene cabellos ni nombre
ni fuerzas para recordarlo,
vacía la mirada y frío el regazo
como una rana invernal.

Pensad que esto ha sucedido:
os encomiendo estas palabras.
Grabadlas en vuestros corazones
al estar en casa, al ir por la calle,
al acostaros, al levantaros.
Repetídselas a vuestros hijos,
o que vuestra casa se derrumbe,
la enfermedad os imposibilite,
y vuestros descendientes
os vuelvan el rostro.

Primo Levi (1919-1987), escritor italiano de origen judío sefardí, fue un resistente antifascista, superviviente del Holocausto. Es conocido sobre todo por las obras que dedicó a dar testimonio sobre dicho Holocausto, particularmente el relato del año que estuvo prisionero en el campo de exterminio de Auschwitz.
Su obra "Si esto es un hombre" (que contiene, a modo de introducción, este poema) está considerada como una de las más importantes del siglo XX, al igual que uno de sus últimos trabajos “Los hundidos y los salvados”, un análisis del Holocausto en el que Levi explicó que aunque no odiaba al pueblo alemán por lo que había pasado, no lo había perdonado.

*Amancio Prada y Mª Dolores Pradera


El mundo que yo no viva,
lo pensé como cosa extraña,
con marca de maravilla,
¡ay!, de mi vida.

Allí sonará la lluvia,
junto al fuego en las noches frías,
vendrá agosto en el río Arga
y tú, la gentil sonrisa.
Brillará en el papel que siembro,
la negra flor de la tinta,
¡ay!, de mi vida.

Será posible, que vengan,
los amigos y que la digan,
era un hombre y te quiso mucho,
y mucho llorando diga:
es el mundo que no conozco,
atlántida sumergida,
¡ay!, de mi vida.

Allí las palmeras se echan,
esmeraldas allí las crían,
del delfín esmeraldas pacen,
allí no hay noche ni día.
Cuando ordeñan a los rebaños,
de púrpura el mar se abría,
¡ay!, de mi vida.

Más limpio que agua de oro,
es el mundo que yo no viva,
no hay naves de arar espumas,
ni arado para las viñas.
El gran árbol le da su fruto,
al que el nombre del fruto diga,
¡ay!, de mi vida.

Ese mundo no es el mío,
es el tuyo, el que en tus pupilas,
hundido está desde siempre
y no lo alcanza mi vista,
a ese mundo quisiera entrar,
antes que suene la hora,
¡ay!, de mi vida.

¡Ay!, de mi vida.
¡ay!, de mi vida,
¡ay, de mi vida.

*Amancio Prada nacido en 1949, es un compositor y cantautor español.
Cursó estudios de sociología en la Universidad de la Sorbona (París), donde también estudió armonía, composición y guitarra. Allí se dio a conocer apareciendo en la televisión y en las radios francesas, e incluso grabó su primer disco «Vida e morte”.
En su música, tienen cabida composiciones enteramente propias y canciones basadas en textos de los más diversos poetas antiguos y modernos, entre los que cabe citar a Rosalía de Castro, Federico García Lorca, Agustín García Calvo y Chicho Sánchez Ferlosio.
En su obra aparecen recurrentemente temas en gallego, su lengua familiar, hablada en la región de la que procede, El Bierzo.
Mención aparte merece su celebrada versión para voz, guitarra, violín y violoncello del “Cántico espiritual” de San Juan de la Cruz que ha merecido varias reediciones y el acuerdo unánime de la crítica.

*María Dolores Pradera (Madrid, 1924), es una de las intérpretes españolas que ha alcanzado mayor fama internacional por su excepcional voz y su difusión en España de la canción popular latinoamericana.