jueves, 17 de febrero de 2011

*Educación del carácter

La autodisciplina constituye la esencia de la autonomía personal, que es uno de los objetivos de la educación. Por eso, excluir a la escuela de la formación del carácter y encomendarle únicamente la instrucción supone una tremenda falta de comprensión de sus obligaciones educativas. Su tarea también debe consistir en establecer didácticas para el aprendizaje de conceptos como el deber, la responsabilidad o la seguridad en uno mismo.

La autodisciplina forma parte del aprendizaje de la libertad, que es parte esencial de la educación. No es verdad que todos los seres humanos nazcan libres. Ésa es una afirmación ética y jurídica, no psicológica, y confundir ambas cosas ha producido cataclismos pedagógicos. En realidad, todos nacemos absolutamente dependientes de nuestros padres y de nuestros impulsos, y poco a poco vamos adquiriendo mayor o menor suficiencia, mayor o menor libertad.

Favorecer el proceso hacia la autonomía personal es uno de los objetivos de la educación, sea escolar, familiar o social. Esto supone ayudar a los alumnos para que adquieran los recursos intelectuales, afectivos, volitivos y morales necesarios para conducir bien su vida. Lo explicaré con una fórmula muy sencilla: educación = instrucción + educación del carácter.

Todo el mundo sabe lo que significa “instrucción": el conjunto de conocimientos y procedimientos intelectuales que un joven debe haber adquirido al dejar el sistema educativo. En cambio, “educación del carácter” es una expresión que necesita una explicación.

El concepto procede de Grecia. “Carácter” era el conjunto de hábitos buenos o malos que configuraban una personalidad. Los buenos hábitos se llamaban virtudes; y los malos, vicios. La excesiva moralización de estos términos los ha desprestigiado en nuestra cultura, por eso es importante recordar que en su origen indicaban sólo la capacidad para la excelencia.

¿Cuáles eran las virtudes de un caballo? La velocidad, la fuerza, la resistencia. ¿Cuáles eran las virtudes de un atleta? La agilidad, la velocidad, la potencia.

Pues bien, los antiguos griegos se preguntaron: ¿Y cuáles son las virtudes del ser humano, es decir, aquellas fortalezas que debe adquirir y desarrollar para ejercer bien su oficio de vivir? Y a esa pregunta respondieron mencionando un conjunto de hábitos que consideraban necesarios. Unos eran intelectuales y otros eran morales.

Por ejemplo, el pensamiento crítico es un hábito intelectual, y también lo es la capacidad de razonar bien, de inventar y de atender a los argumentos de otro. Los hábitos morales son los que permiten un comportamiento excelente: la tenacidad, la conciencia moral, la facultad de deliberar y de elegir, el razonamiento moral, la valentía, la capacidad de resistir el esfuerzo y de aplazar la recompensa, etc. El conjunto de estos hábitos forma el carácter.

Añadiré que en griego “carácter” se dice “ethos”, término del que viene la palabra “ética”, que es la ciencia que trata del buen carácter, del que hace posible la felicidad privada y la felicidad política. Es evidente que estamos hablando de los dos grandes objetivos de la educación: ayudar a construir la inteligencia personal y la inteligencia ciudadana.

Al hablar de personalidad conviene distinguir tres niveles:

-Hay una personalidad recibida, determinada genéticamente (sexo, habilidades intelectuales básicas, temperamento).

-A partir de ella, mediante la experiencia y la educación, se va configurando la personalidad aprendida, que es lo que llamamos carácter.

-Pero también hay una personalidad elegida: el proyecto de vida que cada uno hace desde su carácter y su circunstancia. Si no fuéramos libres, nuestra personalidad y nuestro carácter se confundirían, y eso es lo que afirman muchas teorías psicológicas, pero todos tenemos un margen de libertad que nos permite elegir metas diferentes. La libertad es, ante todo, un proyecto de liberación. Y en algunas ocasiones ese proyecto puede exigirnos, por ejemplo, intentar cambiar nuestro carácter, si nos parece un obstáculo.

Este último nivel de la personalidad es una tarea personal. La tarea educativa se detiene, pues, en la formación del carácter, parte nuclear de la personalidad, fuente de posibilidades y fortalezas.

*(José Antonio Marina. Filósofo).

13 comentarios:

  1. Óscar Merchán Valverde 4ºESO B20 de febrero de 2011, 20:32

    Hola Carmen:

    Estoy completamente de acuerdo cuando menciona que, la autodisciplina no debe excluirse de la escuela. La escuela, aparte de enseñarnos matemáticas, historias… nos enseña a desenvolvernos en la vida. Y al final, es lo que realmente merece la pena.
    Yo para demostrar esto, solo haría una comparación: Los que estudiaron y aprendieron disciplina es muy probable que hayan conseguido un trabajo, una buena vida y lo más importante, vivir por algo que merezca la pena. En cambio los que abandonaron el colegio, antes de ser completamente concientes de lo que sabían para enfrentarse al mundo, están probablemente o en el paro o buscando un trabajo que apenas le dé para comer.
    En cambio, no estoy de acuerdo cuando dice: “No es verdad que todos los seres humanos nazcan libres. En realidad, todos nacemos absolutamente dependientes de nuestros padres y de nuestros impulsos, y poco a poco vamos adquiriendo mayor o menor suficiencia, mayor o menor libertad”. Yo pienso, que es cuando nacemos, el único momento que somos libres, a partir de entonces siempre vas a depender de algo o alguien. (La mayoría de las veces)
    Hablando de los carácteres, cuando pregunta: ¿Y cuáles son las virtudes del ser humano, es decir, aquellas fortalezas que debe adquirir y desarrollar para ejercer bien su oficio de vivir?.

    Yo pienso que la mayor virtud que poseemos es la habilidad para sobrevivir en este mundo. Luego las secundarias serían las que menciona en el texto. Eso desde mi punto de vista.

    Saludos Carmen.

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  2. Hola, Óscar:
    La verdad que hay cosas que dices que no entiendo
    muy bien, por ejemplo cuando comentas que somos libres cuando nacemos, ¿qué quieres decir? ¿el segundo después de nacer? pero incluso antes de nacer dependemos, por ejemplo de que el médico ayude en el parto para que todo vaya bien, que nos ayuden a salir en caso de dificultad, que nos limpien bien las vías respiratorias para poder respirar, en fin, no entiendo lo que dices.
    Con respecto a la habilidad de sobrevivir tampoco sé a qué te refieres porque no creo que las personas que vivimos en el mundo occidental estemos en una vida de supervivencia, creo que vivimos y bastante bien comparándonos con otros países más pobres donde tal vez tenga sentido hablar de sobrevivir.
    Espero que medites en lo que te comento y me expliques qué has querido decir pues no me ha quedado claro.
    Gracias y espero tu respuesta.

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  3. Óscar Merchán Valverde 4ºESO B21 de febrero de 2011, 17:12

    Hola Carmen:

    Cuando dije, que el momento que somos más libre es cuando nacemos, me refería a ese momento, a ese periodo, no se muy bien como explicarlo. Lo que quiero decir que siempre vamos a estar dependiendo de algo o alguien: ya se por trabajos, por educación o por estar enganchados a algo. Cuando no tenemos estas preocupaciones es cuando nacemos, será porque no nos damos cuenta, pero al fin y al cabo es, en ese momento, cuando más libre somos.

    Respecto a lo de la supervivencia: aunque no estemos en un país donde haya que estar pendientemente de la supervivencia, aquí en España, también hay que sobrevivir. Me quiero referir a que hay que aprender dónde y con quién no hay que meterse, como salir de estos problemas y como enfrentarse a ellos. Sí, habrá gente que nunca tenga estos problemas pero por desgracias sigue existiendo la violencia y tenemos que aprender a “sobrevivir” ante esta.

    Un saludo Carmen.

    P.D: A lo mejor me he liado un poco pero más o menos eso es lo que he querido decir con los comentarios.

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  4. Hola, Carmen:

    En primer lugar, quisiera destacar tres palabras que mencionas en el texto que me han parecido interesantes.

    El deber: tener obligaciones de respeto, gratitud, u otros aspectos.
    La responsabilidad: tener la obligación de satisfacerse a sí mismo o a otra persona.
    La seguridad en uno mismo: estar seguro de tus actos, y no impedirlos por las opiniones de los demás.

    Los tres palabras importantes, y necesarias para la educación moral. Sin ellas no seríamos humanos.

    Otro aspecto del tema y en el que estoy totalmente de acuerdo contigo es cuando mencionas que en el colegio también se enseñan “las asignaturas de la vida”, esenciales para formarnos como personas.
    Quizás tengan más idea de la vida las personas que no han estudiado, que las que sí.

    Claro que los seres humanos no nacemos libres. Vivimos a disposición de nuestros padres, profesores... Somos libres si lo decidimos cuando tenemos sentido común y a lo largo que vamos creciendo.

    Sobre el tema de las virtudes de los humanos, en mi opinión lo más importante es el afán de superación que poseemos la mayoría de las personas y la capacidad de relacionarnos.

    En cuanto a la personalidad, es algo que desde mi punto de vista es esencial para las personas; aunque la mayoría de ellas se dejen influenciar por los demás.

    Espero tu respuesta.

    Lucía.

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  5. Andrea Fernández 4º ESO-A24 de febrero de 2011, 19:03

    Hola, Carmen:

    Considero que la instrucción es necesaria hoy día, no solo para vivir, sino también para alcanzar la felicidad o satisfacción propia de tener unos conocimientos y posteriormente a la instrucción sentirte útil en algún trabajo. Pero ¿no es igual de importante la educación del carácter?

    Si la enseñanza de nuestra personalidad quedara reducida a la educación que recibimos por parte de nuestros padres, seríamos una clara imagen de ellos mismos. También es cierto que la personalidad aprendida se consigue mediante la experiencia y la educación, pero si nuestra personalidad solo se limitase a la aprendida podríamos llegar a ser perfectamente manipulados por la sociedad. Por eso, para mí, la personalidad más importante es la elegida, la que nos permite darnos cuenta de hasta qué punto queremos que nuestro carácter sea influenciado por los demás y de poder modelarle si creemos que no es el adecuado para nuestros propósitos de vida.

    Para terminar diré que no creo que sea adecuado retirar de la escuela la formación del carácter porque es allí donde pasamos gran parte de una etapa en la que nuestro carácter se está formando de forma exponencial, y excluir esta educación de la escuela solo supondría un freno tremendo a nuestro carácter.

    Un saludo.

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  6. Hola, Lucía:

    Ceo que todo lo que has señalado es correcto, pero ser persona implica algo más que poseer los sentidos del deber, de la responsabilidad y de la seguridad en uno mismo.
    Piensa en un soldado nazi, o en un integrante de un comando terrorista. Preso de su creencia o ideología, él también cumple con el requisito de poseer un sentido del deber, de la responsabilidad y de la seguridad en sí mismo, y siendo coherente con ellos comete actos moralmente reprobables.
    Todo sistema moral que no se base en la justicia y en el amor, puede derivar en un sistema de barbarie, como ocurrió con el comunismo en Rusia, con el Cristianismo en tiempos de la Inquisición, o con ciertas ramas del islamismo actuales.

    Dices que, en tu opinión, la virtud humana más importante es el afán de superación que poseemos la mayoría de las personas.
    Yo no estoy de acuerdo. Porque depende en que aspectos nos queramos superar, o con qué objetivos, ese afan de superación será una virtud, o no.
    Podemos querer ser la persona más rica del mundo, sin que nos importe que millones de seres humanos vivan en la miseria.
    El afán de superación es bueno si lo dirigimos hacia una causa buena.

    Piensa en estas cosas, Lucía, porque cualquier virtud tiene su contrario, y la línea que los separa suele see muy sutil.

    Buen comentario, Lucía.

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  7. Hola, Andrea:

    Veo que en tu comentario manejas cuatro conceptos muy importantes, de los que necesitamos conocer su exacto significado, o, como diría Sócrates: “saber definirlos”.

    Y es que no son tan sencillos, si te paras a pensarlo, porque ¿es lo mismo instruir que educar? Y si no lo es, ¿cuál es la diferencia entre lo uno y lo otro? Y lo mismo podemos preguntarnos sobre el carácter y la personalidad: ¿Significan lo mismo, o son cosas distintas?

    Igual que para pintar necesitamos distinguir y saber relacionar los distintos colores, para expresar nuestras ideas necesitamos conocer bien aquellos conceptos que vamos a utilizar y confrontar entre sí.

    En realidad, lo que te propongo es que indagues sobre estos dos grupos de conceptos: instrucción-educación y carácter-personalidad. Y si te apetece explicarlos, con sus diferencias y similitudes, en un nuevo comentario, aportarás una gran reflexión al blog, y a los compañeros que nos leen.

    Me gustaría que lo hicieras, Andrea, porque veo que tienes una gran sensibilidad hacia este tema tan importante, como tú misma remarcas.

    Respecto a tu comentario, te doy toda la razón: de las escuelas deben salir personas con su carácter y personalidad propia ya bien encauzada, y con los conocimientos suficientes para insertarse en la sociedad de un modo útil y que a ellos les satisfaga. Porque no sólo hay que “ganarse la vida”, laboralmente hablando, sino que también es importante saber vivirla de un modo enriquecedor y humano. Y creo que en esto estamos de acuerdo.

    Muy bien, Andrea. Sabes que tienes un potencial y debes seguir sacándole partido.

    Un saludo, y que pases un buen fin de semana.

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  8. Andrea Fernández 4º ESO-A27 de febrero de 2011, 18:38

    Hola, Carmen:

    Voy a intentar explicar, como me propusiste, las diferencias entre instrucción y educación, carácter y personalidad.

    Es un error confundir educación con instrucción. La educación es un proceso social que consiste en transmitir valores, sensibilidad… Sin embargo, la instrucción es el adiestramiento que se da a un individuo con el fin de que adquiera capacidad para realizar un trabajo específico. Como es un poco difícil de entender pondré un ejemplo: una persona que es analfabeta no puede enseñar a su hijo a leer o escribir, es decir, no le puede instruir, pero sí le puede educar, enseñándole el valor de la generosidad, el respeto…

    La educación es necesaria como punto de partida para una buena instrucción, si la educación falla la instrucción se convierte en un asunto secundario e imposible. El problema actual es que la educación está desapareciendo en el ámbito familiar y se está cargando a los profesores con la responsabilidad de actuar como educadores, pero ¿es esa una función que les corresponde, incluida, además, a la de instruir?

    Los términos carácter y personalidad a veces se utilizan como sinónimos, pero no lo son. Carácter es una palabra que proviene del griego y significa marca; hace referencia a cómo una persona percibe a los demás, a las cosas y a los conceptos. El carácter se va desarrollando a lo largo de la vida del ser humano. Si conocemos el carácter de una persona podemos predecir su forma de actuar en diferentes situaciones.

    La personalidad no es más que el patrón de pensamientos, sentimientos y conducta que presenta una persona y que persiste a lo largo de toda su vida, a través de diferentes situaciones. Es algo único de cada individuo, y es lo que nos caracteriza como entes independientes y diferentes.

    Espero haber comprendido correctamente los significados de cada palabra. Buscar los las diferencias me ha ayudado a comprender mejor el texto.

    Hasta pronto.

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  9. Hola, Andrea:

    ¡Cómo me ha gustado que hayas realizado esta estupenda investigación sobre los cuatro conceptos principales del texto! Ahora todos podemos entender mejor el mensaje del artículo, como tú misma dices.

    Me alegra especialmente que hayas comprendido lo importante que es investigar aquellos términos que nos suenan y creemos entender, pero que si nos pidieran que los definiéramos, quizás no sabríamos hacerlo.

    Ésta es la línea correcta, Andrea, y si la sigues llegarás allá a donde quieras. Me siento orgullosa de ti.

    Un saludo, y nos vemos!

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  10. Ángel 1º Bach CCNN3 de marzo de 2011, 21:01

    Hola Carmen.
    Este texto me ha parecido de reflexión hacia el sistema educativo de hoy en dia que sólo se centra en que los chicos sepan ciertas cosas que olvidarán dos semanas más tarde, y en el caso de algunos, el dia después de escribir lo que para ellos es un "rollo" en un examen.
    Cuando esta persona dice que no nacemos libres y que somos dependientes de lo que nuestros padres hagan de nosotros le doy toda la razón, pero en ciertas edades no quieres ser como tus padres y esto puede cambiar tu forma de pensar, aunque en ocasiones de manera erronea.
    Cada uno de nosotros somos libres de elegir como ser. Una persona que sabe que hace el mal pero no le importa porque está obligado a hacerlo por la manera en la que ha sido educado o la forma de pensar de su pais, y por lo tanto ni siquiera se da cuenta de lo que hace, como un terrorista que lleva toda la vida con su padre luchando contra algo que su padre le ha descrito como él ha querido y éste le cree en todo y lucha contra una causa que cree conocer, pero en realidad desconoce.
    Volviendo al tema de las escuelas, yo cada dia veo en el colegio a chicos de 1º y 2º de la ESO que cada vez quieren ser mas mayores de lo que son, y sus risas van hacia aquel estupido que sólo hace el tonto y se rie de los demas, pero, ¿lo hacen porque ellos quieren, o porque les da miedo que si no se ríen sean ellos los siguientes? Toda la sociedad de hoy en dia esta basada en hacer lo que los demas hacen y cada vez esta privando más el tener una idea diferente o simplemete de expresarla por miedo al rechazo de los demás.
    Un saludo Carmen.

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  11. Álvaro Martín Ruiz 4º ESO A6 de marzo de 2011, 15:05

    Hola Carmen:

    Yo pienso que la libertad es un derecho que tenemos todos los seres humanos, pero que debemos aprender a utilizar.
    Creo que este aprendizage no solo influye a la familia sino también al ámbito escolar, puesto que al colegio no solo se va a recibir instrucción intelectual sino que las buenas relaciones con profesores y alumnos aporten mucho a la educación del carácter.
    Debemos aprender que el respeto a los demás es acer un buen uso de nuestra libertad así como tener una buena autodisciplina: organizarse anteponiendo el trabajo al ocio, la tenacidad ante las dificultades, la capacidad de esfuerzo, saber aplazar una recompensa o un capricho para terminar una tarea, etc.
    Mi opinión es que todos deberíamos tener como objetivo conseguir estos habitos morales, mejoraría mucho no solo nuestro rendimiento sino las relaciones sociales. A mi me gustaria poder formar mi caracter a pesar de las dificultades que conlleva.
    Un saludo Carmen.

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  12. Hola, Ángel:

    No sé si es posible implantar un buen sistema educativo en una sociedad que parece haber perdido el rumbo en tantas cosas.

    Por otra parte, ningún sistema educativo puede funcionar si la pasión por aprender y enseñar no está presente en las escuelas.

    En cualquier caso, si un estudiante quiere aprender, por malo que sea el sistema educativo, aprenderá, pues ya sabrá buscarse él la ayuda de los mejores compañeros, la de algún buen profesor. Como tú mismo dices, a partir de cierta edad ya podemos elegir qué tipo de persona nos gustaría ser, y buscamos ejemplos que nos guíen.

    La sociedad está bastante despersonalizada, y a ciertas edades los jóvenes, ya sea por temor o por ser aceptados en el grupo, ríen las gracias del gracioso de turno que se ceba en alguien más débil, o que tiene alguna incapacidad. Siempre ha sido así. El miedo, la ignorancia, la indiferencia… permiten estos abusos que se dan a diario.
    ¿Culpables?, un poco todos. Porque si alguien ve algo que le indigna y opta por mirar hacia otra parte, de algún modo permite que aquello ocurra.

    Bueno, Ángel, tu reflexión es buena (y espero que no sea la última), pero debes mejorar bastante tu ortografía, especialmente en el aspecto de las tildes. Hay trece palabras que llevan tilde, pero no las has puesto. Si usaras el Word con el corrector, te darías cuenta.

    Me gustaría que buscaras esos trece errores y los corrigieras. Eres libre de hacerlo o no, pero ya estás en 1º de bachillerato, y hay que mejorar este aspecto.

    En el próximo comentario, no olvides poner, además de tu nombre (como has hecho), también tus apellidos. Esa es la forma de hacer saber que el autor de este comentario eres tú, y no cualquier otro compañero que también se llame Ángel.

    Venga, un saludo... y espero ver tu reacción a mi sugerencia respecto a la ortografía. Ser libre es elegir, y yo espero de ti una buena elección. Y ya sabes que las buenas elecciones casi nunca son las más cómodas.

    Disfruta de estos días.

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  13. Hola, Álvaro:

    Sí, la libertad no se entiende separada de la responsabilidad. Si eliges o decides hacer algo, te has de responsabilizar de tu elección, de tu decisión y de tu acción… y sus consecuencias.

    La escuela es una institución educativa y formativa. Muchos piensan que allí sólo se debe impartir conocimientos. Yo opino que no es así, al contrario: la escuela ha de ver al alumno de un modo integral y acompañarle en ese proceso de crecimiento y formación personal.

    Forjarse un buen carácter exige mucha autodisciplina, y tener claro que valores humanos quieres hacer tuyos. También se necesita alguna figura ejemplar que te guie un poco (puede ser un familiar, un buen amigo o amiga, un profesor). Pero sobre todo, lo que cuenta es tu firme decisión de querer ser de un modo que esté de acuerdo con tus valores éticos.

    Álvaro, te expresas bien, y tienes nobles propósitos. Eso es bueno. Pero debes mejorar tu ortografía. Te falta poner bastantes acentos, y el verbo hacer y todas sus conjugaciones siempre van con hache.

    Me gustaría que repasaras tú mismo tu propio comentario y miraras de autocorregirte. Es importante escribir bien. Como también lo es ser exigente con uno mismo y procurar siempre mejorar. Eso forma el carácter.

    Un saludo.

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