Éric-Emmanuel Schmitt, dramaturgo, escritor, guionista y director de cine, además de doctor en Filosofía, tiene un don especial para hablarnos de cosas esenciales con sutileza: la muerte, la felicidad, el dolor y todos los sentimientos que nos hermanan, sin necesidad de dramatizar. El resultado son obras de teatro, libros y películas ("El señor Ibrahim y las flores del Corán";"Odette, una comedia sobre la felicidad") que nos dejan con una sonrisa filosófica y el corazón revuelto. Tiene el don de conectar con la sensibilidad ajena y en su última película, fruto de un libro del mismo título: "Cartas a Dios", que se estrena el viernes en España, nos cuenta los últimos días de Oscar y su relación con Mami Rosa, que le ayuda a descubrir el misterio a través de un trato: un día igual a diez años.
“Tengo 51 años. Nací en Lyon, soy viudo, y vivo en buena compañía en Bruselas. Hay que luchar contra el materialismo, el mercantilismo y el reino del mercado. Confío en el misterio, no tengo miedo, pero esta confianza no es un saber; la fe es una manera de vivir el misterio. Hay dos opciones, o habitas el misterio con miedo y angustia o lo haces con fe, es decir, confianza. De eso hablan todos mis libros y películas, de personajes que confían en lo desconocido, que viven con los brazos abiertos y que luchan contra las fuerzas negativas, la angustia y el miedo”.
.-¿Y usted vive como sus personajes? Sí, siempre estoy de buen humor, lo que sorprende a la gente, y soy infinitamente curioso. Una cosa que me ayuda a disfrutar de la vida es la imaginación, que me permite explorar todas las puertas del presente.
.-¿Cómo aplica la imaginación a la realidad? La imaginación es dejarse invadir por el mundo y por la gente. Cuando estoy frente a alguien, me dejo penetrar por todas las sensaciones y las imágenes que emanan de ese individuo; es un conocimiento empático.
.-¿Y desde cuándo? Tenía 29 años, me apunte a un viaje de aventura: diez días caminando por el desierto del Sáhara y me perdí.
.-¿Sin agua y sin comida? Sí. Llegó la noche y pensé que iba a morir de miedo, pero ocurrió todo lo contrario. Me invadió la confianza, pasé una noche mística. Entré en ese desierto ateo y salí creyente. Me costó años poder hablar de ello, pero terminé confesando porque siempre me preguntan de dónde viene el optimismo de mis obras, y la fuente viene del desierto. Habito la vida con confianza.
.-¿No era así de niño? Era alegre, pero extremadamente angustiado, tenía miedo a la nada y la idea de que la vida era inútil, un puro fenómeno material; hoy creo que es algo más que una agitación de moléculas y que todo está justificado.
.-Pues me ha partido el corazón. El tema que trato en Cartas a Dios es duro, pero es una película optimista; un himno a la vida aunque la vida sea breve y frágil. Creo que hay que amar la vida como es, sin ilusiones, sabiendo que es corta, vulnerable y llena de dolor.
.-¿Cuándo fue la primera vez que se acercó a niños terminales? Mi padre era fisioterapeuta y trabajaba con ellos. Desde que cumplí los ocho años, todos los jueves y los sábados, me llevaba con él al hospital; así que crecí pensando que lo normal era estar enfermo y lo excepcional tener salud.
.-¿Aprendió algo? Al principio tuve miedo; luego aprendí que no tenía que permitir que la enfermedad construyera un muro entre ellos y yo. Y hablo de ello en la película: los padres de Oscar ven la enfermedad de su hijo en lugar de a su hijo, y el niño no lo entiende; cree que no le quieren. No hay que dejar que las situaciones se interpongan entre las personas.
.-Qué difícil es eso. Ya adulto acompañaba a una amiga que iba a los hospitales de voluntaria. Jugando con los niños descubrí que son mucho más francos y directos. Cuando están en situaciones frágiles, quieren hablar de la enfermedad, de la muerte, de todo lo que les ocurre. Son los adultos los que están asustados, y crean angustia con su silencio e hipocresía.
.-Su película tiene algo muy profundo. Un amor visceral por la vida tal y como es; no tal y como quisiéramos que fuera. Para mí, ser feliz no es tener una vida distinta a la que tengo, es entrar completamente en la que tengo; no es protegerse del dolor o la desgracia, es integrarlos en las tramas de la existencia. Con la misma vida puedes ser feliz o desgraciado; es una actitud mental.
.-¿Una actitud que usted ha aprendido? Sí, puedes luchar contra tu negatividad y pesimismo. Eso quiere decir que la inteligencia y la experiencia pueden servir para algo.
.-Se adivina que ha vivido la muerte. Sí, he acompañado a personas cercanas, a veces en largas agonías, y me ha hecho entender que era urgente amar y decir que amas; no hay tiempo que perder.
.-Sus mujeres son fuertes y tiernas. Para mí el hombre es simplicidad y la mujer complejidad. Cuando una mujer dice no, nunca quiere decir no, ni cuando dice sí. La mujer es paradójica, es fuerza y herida. Si no veo su herida, no puedo entenderla.
.-¿Cómo es su madre? Una fuerza sin ambigüedad ni ambivalencia. Creo que mi madre es un hombre.
.-¿Qué quiere contar? Tengo una obsesión: mostrar que cada uno de nosotros podría haber sido el otro. Incluso escribí un libro sobre Hitler para demostrar que convertirse en un bárbaro está al alcance de cualquiera. Hay una búsqueda ética: cultivar lo mejor en lugar de cultivar lo peor, y por tanto una dimensión moral.
.-Cuesta trabajo ser bueno. Sí, el mal se hace rápido y el bien es laborioso. En un segundo lo puedes destruir todo; por ejemplo, con un niño o en el amor con una sola frase.
.-¿Cómo se aprende la confianza? Aceptando que no todo es racional, aceptando abrir las puertas de la sensibilidad y la irracionalidad de la vida. Hay que amar la necesidad y todo lo inevitable.
.-Pensar no es bueno para tener confianza. Cierto. El pensamiento es el espíritu crítico, pero es necesario pensar hasta que llegas a ese umbral en el que el pensamiento ya no sirve para nada y ahí has de tirarte de cabeza: o al miedo o a la confianza.
Hola, Carmen:
ResponderEliminarDigno de admirar la habilidad de este escritor para escribir mostrándonos el dolor, el sufrimiento… y es que, así lo demuestra tanto su libro “El señor Ibrahim y las flores del Corán” y su película” Cartas a Dios”. A mi la verdad, tanto el libro como la película me gustaron mucho y me dejó bastante impresionada como un niño tan pequeño puede luchar por una enfermedad tan dura como lo es el cáncer o como Momo puede superar la muerte de su padre, gracias a los consejos del señor Ibrahim.
Quería resaltar tres cosas del texto que me han llamado la atención. La primera, que” los padres de Oscar ven la enfermedad de su hijo en lugar de a su hijo, y el niño no lo entiende; cree que no le quieren,” y es verdad, se preocupan más por la enfermedad que en lugar de estar ahí con Óscar, queriéndole, apoyándole y es más, la relación que tiene Óscar con la repartidora de pizza que llega incluso a que éste rechace a sus padres. También hay que destacar la actitud de esta mujer que sin conocer de nada a Óscar, lucha con él, juega, le cuenta historias… algo que casi nadie haríamos. La segunda cosa:” Creo que hay que amar la vida como es,” y debemos conformarnos y estar orgullosos con lo que tenemos y no querer más y más, debemos luchar por las ilusiones de cada día, por los sufrimientos… Y la tercera, “amar y decir que amas”, porque si quieres a una persona pero no te atreves a decírselo por miedo o por cualquier otra cosa, puede que algún día la pierdas y no se lo hayas podido decir y estés toda la vida reprochándote esto.
A mi me gustaría conocer a alguna persona como Óscar, que siendo tan pequeño luche por esta enfermedad sin tener el apoyo de sus padres, y poder estar a su lado, apoyarle, ir a visitarle… porque es verdaderamente lo que les hace feliz y lo que les hace falta para olvidarse de la enfermedad.
Un saludo, Carmen.
Hola Carmen:
ResponderEliminarÉric-Emmanuel Schmitt no es solo un dramaturgo, escritor, guionista… es, ante todo, un claro ejemplo a seguir y una persona que sabe cual es su sitio y sabe ayudar con sus experiencias a todos, lo cual es alabable.
Debemos agradecerle que, con sus películas, libros y obras nos enseñe valores filosóficos con ejemplos claros y directos.
Lo que también me ha impresionado mucho de Eric, es el gran valor que tuvo para soportar esa noche en el desierto, y más aún por no hundirse y sacar la fuerza y la confianza necesaria de su fe.
Otra de las cosas que debemos aprender y aplicar en nuestra vida cotidiana es, ha estar siempre de buen humor y, para ayudarnos, como dice él, tenemos que trabajar con la imaginación, ya que muchas veces la única forma de ser feliz es, evadiéndose de la realidad.
Por último, me gustaría destacar eso que dice de las enfermedades.
Muchas veces no encontramos en la difícil situación de tener a un familiar o un amigo con alguna enfermedad, pero el problema de verdad empieza cuando dicha enfermedad es terminal, es entonces cuando queremos apoyarlos más pero tenemos miedo, tenemos miedo de cómo puedan reaccionar, de no saber cómo se sienten y es entonces cuando queremos “separarnos” del enfermo, “construyendo un muro”, que nos aleje de él, pero, ponte en tu situación, ¿te gustaría que existiese ese “muro” que te separa de él? NO, debemos aprender a cuidar de los nuestros sea cual sea su situación, sin excusa alguna, porque para los amigos y familiares siempre hay tiempo y valor.
Saludos Carmen.
Hola, Marta:
ResponderEliminarLos padres de Óscar tenían miedo a su propio dolor, odian sufrir y su miedo les hace separarse de su hijo.
A la repartidora de pizzas le resulta más fácil estar al lado de Óscar porque no está tan implicada emocionalmente como lo están los padres.
Intenta aprender algo que puedas aplicar a tu propia vida, solo así lo guardarás dentro de ti y será duradero.
Hasta pronto.
Hola, Óscar:
ResponderEliminarVeo que te ha gustado el texto y me alegra.
Estoy de acuerdo contigo en que no debemos construir muros ante el dolor de los demás, pero es difícil estar al lado de los que sufren porque, de alguna manera, sufrimos sin poder evitarlo.
Has mejorado mucho en la ortografía y en la manera de expresarte, y te felicito, solo comentarte que te sobra una "ha" en el tercer párrafo, no es necesaria y además no se pondría con h.
Hasta pronto.
Hola, Carmen:
ResponderEliminarEstoy en absoluto acuerdo con ENRIC-EMMNUEL. Que hay que luchar contra el materialismo… Porque creo, que si te guías de las campañas de publicidad, lo único que te lleva, es a consumir sin necesidad, y nos hacen más materialistas.” Y cuanto más tenemos más queremos…”Y eso no es bueno, para el ser humano. Porque te hace ser cada día más egoísta… y no mirar por los demás…Estas palabras siempre se las he oído decir a mi bisabuela, (que era muy sabia.)
Me gustan las personas alegres, porque suelen ser muy positivas, y se lo transmiten a los demás. Creo que desarrollan más su imaginación, como el personaje, que además de ser alegre, de importarle todo, y no tener miedo a lo desconocido… (Es un hombre muy valiente.)Viajar al desierto del Sahara, perderse, sin agua, sin comida…Es tener un par...…..Aparte es un hombre con un gran corazón…
Las experiencias que ha tenido, durante toda su vida, le ha hecho de tener una mente muy abierta, para poder crear sus personajes, y los relatos, para sus libros y películas.
Hola, Alberto:
ResponderEliminarHay mucha verdad en todo lo que dices. Lo importante, en este caso, es que en la práctica seamos coherentes con nuestras creencias. Es a eso a lo que te animo, aunque a veces cueste.
Un saludo.
Hola Carmen, buenas tardes:
ResponderEliminarTe empiezo por comentar este artículo, diciéndote que sólo con leer el título, me ha hecho pensar ¿hace cuánto tiempo que no digo a las personas a las que quiero que las amo?
Parece que es una cosa que se sobreentiende, pero con el paso del tiempo lo vamos dejando pasar sin decir “te quiero”, no porque no lo sintamos, sino porque parece que como las personas que están cerca de ti ya lo saben, pues lo vamos dejando, dejando y tiene que llegar un momento como este al leer esto que dices, pues es verdad, yo hace mucho tiempo que no lo digo, y creo que es importantísimo que no nos olvidemos que las personas a las que queremos lo sepan mas a menudo, pues eso hace que los sentimientos los compartamos con los seres queridos.
Me gustaría resaltar, las cualidades que veo en el Sr. Schmitt, como explorador, imaginativo, tener confianza en sí mismo, aventurero, alegre, optimista, todas estas cualidades hacen en el que disfrute de la vida, del mundo, de la gente, de sus experiencias. Sobre todo, la que vivió en el Sahara, la cual me parece una vivencia de la que todos deberíamos de aprender algo, yo la primera, pues soy muy miedosa, y enseguida se apodera de mí el miedo, y aquí nos demuestra que tomando la vida con optimismo, se ven las cosas desde otro punto de vista, no es que vayan a cambiar, pero según como nos las tomemos, así actuaremos. El es realista, pero se toma la vida tal como es, y lo acepta.
También nos recomienda que hay que luchar contra la negatividad y contra el pesimismo, que no nos sirven para nada bueno, y creo que es una buena recomendación.
Respecto a su experiencia con niños terminales, desde que era un niño tenía las ídeas muy claras, y de ahí su mensaje principal “es urgente decir a los que amas que los amas”, porque no sabemos lo que nos queda por vivir, y por eso creo que en su película enfoca su amor por la vida tal y como es.
Me ha llamado la atención la idea que tiene sobre los hombres y sobre las mujeres. No llego a entenderle cuando dice que la mujer es complejidad y el hombre simplicidad.
Estoy de acuerdo con el Schmitt, que cuesta ser bueno, encontrar el buen camino, sobre todo a nosotros las personas jóvenes que no tenemos todavía las ideas muy clara, y que no nos dejamos muchas veces aconsejar por las personas que deberíamos, pero creo como él que siempre debemos de mirar hacia delante y tener siempre confianza, sobre todo en nosotros mismos.
Hola, Sandra:
ResponderEliminarHas hecho un muy buen comentario. Me alegra mucho ver que vas avanzando en muchos aspectos. Es importante leer, reflexionar, escribir, y tratar de dar respuesta a las preguntas que van surgiendo de esta curiosidad activa, de esas lecturas, de esas preguntas que te haces...
El Sr. Schmitt piensa que las mujeres son más complejas de entender que los hombres. Si buscas los términos "complejidad" y "simplicidad", lo acabarás de entender bien.
En cualquier caso, en tu experiencia personal, ¿qué te resulta menos complicado, la relación con tus amigos o la relación con tus amigas?
Yo también pienso que, en general, las mujeres somos algo más complicadas de entender que los hombres, lo cual no es ninguna cosa mala; es algo que va con la naturaleza femenina.
Bien, Sandra, espero que sigas preguntándote cosas, que trates de volcarlas por escrito en algún diario, y que te intereses mucho, mucho, por el lenguaje. Eso te hará cada vez más profunda e inteligente.
Un cordial saludo.
Hola Carmen:
ResponderEliminarDespués de haber visto ´´ Cartas a Dios ´´ y estar leyendo el Señor Ibrahím y las flores del Corán, pienso que merece la pena seguir adelante a pesar de las situaciones adversas y contrarias a lo que nosotros deseamos.
Creo que sin fe y confianza la vida puede ser menos llevadera, vamos a tomar la soledad y el dolor como referentes.
Oscar: niño que, a pesar de su infancia se enfrenta al miedo y al dolor.
También tiene momentos de soledad y aislamiento, pero su complicidad con Rosa y su Fe en Dios, hace que al fin y al cabo ´´TODO CAMBIE´´
¿Qué nos enseña Eric-Emmanuel?
Que la fe y confianza en los demás superan al dolor y al miedo, él mismo nos dice:
´´Cuando ves que la vida es frágil, la amas más´´. No debemos perder el tiempo sin amar, porque sabemos que después de todo lo terrenal hay algo más, y que de esta forma de vivir, podemos ayudar a personas no que no quieren ver lo que se esconde.
Un saludo Carmen.
Hola, Gema:
ResponderEliminarYa lo decía Saint-Exupery en el principito, "lo esencial es invisible a los ojos". Hay personas especiales en el mundo que saben enfrentarse al dolor y a situaciones terribles con alegría.
Yo les admiro mucho porque creo que enfrentarse a un cáncer como lo hace el niño de la película "Cartas a Dios" es simplemente ejemplar.
Hasta pronto.
Hola Carmen.
ResponderEliminarEric-Emmanuel Schmitt, es simplemente adorable.
Creo que necesitamos muchos a Eric en nuestras vidas para poder disfrutar del día a día, de los nuestros y de nuestras obras, es necesaria esa positividad y buen humor que le desborda y que parece tan natural en su persona.
Quizás, necesitamos vivir una experiencia tan extrema como la que vivió Eric, para poder describir esa confianza y respeto por la vida.
Creo que tener miedo a lo desconocido es normal; no por lo que te pueda ocurrir, sino, por no saber si sabrán reaccionar. Por ejemplo: Aquellas personas que tienen un familiar terminal y que han de enfrentarse a ese vivir diario es muy complicado, por dos motivos:
1) Tienes miedo a perder a esa persona, sabemos que todos hemos de faltar algún día, pero cuando el momento llega sin avisar es más fácil, pues no te da tiempo a pensar, sin embargo, el saber que cada día que pasa es un paso atrás y que te aleja de esa persona, es muy duro.
2) Muchas veces no te atreves a hablar del tema con el enfermo porque crees que puedes herir su sensibilidad y que le vas hacer daño. Entonces miras a otro lado e intentas que todos los momentos sean especiales.
No sé si habéis vivido esta situación; que ese familiar enfermo es precisamente el que te anima a ti, el que se despoja del miedo y el que te prepara para que no sufras. Es duro, muy duro y es normal que tú, persona sana, no veas con tanta claridad la sencillez del vivir.
Por eso, ama, déjate amar y sobre todo empapa de ese amor a todos los que te importan en esta vida, porque eso es lo que nos llevamos.
Un saludo :)
Hola Carmen:
ResponderEliminarMe he quedado impresionada por tus palabras.
Así que no voy a añadir nada, solo mi más sincera felicitación por tu trabajo.
Hasta pronto.
Hola Carmen:
ResponderEliminarHe visto este tema y me ha interesado. Hace poco que vimos su dos películas " El señor Ibrahim y las flores del Corán" y la de "Cartas a Dios", y en ella se refleja justamente la realidad de muchas que personas, que pierden a algun familiar, poseen una enfermedad, no tienen amigos...y que muestra que estas personas no tienen ningún problema en querer a otra persona por que saben valorar lo que tienen o lo que los queda.En conclusión este tema me va a ayudar como ser humano ya que el amor y el saber valorar lo que uno tiene es uno de los principios para una vida bonita.
Un saludo,Carmen
Hola, Marcos:
ResponderEliminarAmar, y valorar lo que se tiene, al igual que dejar marchar lo que tiene que marchar (porque nada es nuestro) son las claves de una vida serena y sabia, o como bien dices, "una vida bonita".
Pero estas claves, que casi todo el mundo es capaz de reconocer, son las más difíciles de aceptar y manejar, porque no sabemos amar más que de un modo posesivo, porque no sabemos valorar lo que tenemos, porque siempre nos parece insuficiente, o que merecemos más, porque nos aferramos a los afectos y no los dejamos ir si ésta es su voluntad.
Pero bueno, ya es mucho saber que es posible ser feliz con muy pocas cosas, y conocer el camino. Ahora toca andarlo...
Un saludo, Marcos.