miércoles, 28 de abril de 2010

*El hombre de hoy sigue siendo un esclavo

A sus 76 años, el psiquiatra chileno Claudio Naranjo es considerado como uno de los maestros contemporáneos en vida. Profesor de una docena de prestigiosas universidades de todo el mundo y "Doctor Honoris Causa" por la italiana de Udine, es autor, entre otros ensayos, de "Cambiar la educación para cambiar el mundo". También es el fundador del programa SAT, orientado a promover el autoconocimiento y el desarrollo personal, e impulsar una formación más humanista como respuesta a la deshumanización de las empresas y de la sociedad.

.-¿Cómo es posible que se deshumanicen los seres humanos?
Cada ser humano cuenta con dos fuerzas antagónicas en su interior. Uno es el falso yo, más conocido como ego o personalidad, relacionado con la ignorancia, la inconsciencia, el egocentrismo, la insatisfacción y el miedo. El otro es el verdadero yo, nuestra verdadera esencia y que está conectado con la sabiduría, la consciencia, el bienestar y el amor incondicional. Cualquier persona que no esté en contacto con su esencia está en vías de deshumanizarse, pues poco a poco va olvidando y marginando sus verdaderos valores, lo que repercute en su forma de pensar, vivir y relacionarse con los demás.

.-¿Cómo se sabe que una persona vive identificada con su ego?
Es fácil: en primer lugar, porque a pesar de hacer y tener de todo siente un vacío en su interior, como si le faltara algo esencial para vivir en paz. De tanto dolor acumulado, finalmente se desconecta de su verdadera humanidad. Desde el ego, las personas actúan movidas por el miedo y la necesidad de supervivencia física y emocional. Su objetivo es conseguir que la realidad se adapte a sus deseos, necesidades y expectativas egoístas, lo que les lleva a vivir una vida marcada por el sinsentido, el malestar y la necesidad constante de evasión y narcotización de sí mismos.

.-¿Por qué prevalece la deshumanización de las empresas y de la sociedad?
Porque llevamos muchas décadas condicionando a los seres humanos con falsas creencias sobre quiénes son y cuál es su relación con el mundo. Debido a la ignorancia ha prevalecido el ego, desde el que se ha construido una sociedad competitiva, agresiva, avariciosa, superficial, insatisfecha, vacía y ambiciosa, que a su vez sigue condicionando a las nuevas generaciones para preservar el establishment.

.-¿A qué se refiere?
El mundo se ha convertido en un negocio en manos de las grandes corporaciones. Debido al sistema monetario, todas las instituciones funcionan bajo un mismo principio creador: su propia supervivencia. Tanto los Gobiernos como las entidades financieras, las empresas y las instituciones religiosas, que tanta influencia tienen en la sociedad, están orientadas a optimizar sus recursos para tener el mayor lucro posible. El bienestar de la humanidad y del medio ambiente les trae sin cuidado porque no es rentable.

.-De ahí la dificultad de tener verdaderos líderes humanistas...
Exacto. A la maquinaria del sistema monetario sólo le interesa que las cosas sigan como están, incluyendo los 40 conflictos armados existentes hoy y que tanto dinero generan a la industria armamentística mundial. Por eso, líderes como los hermanos Kennedy, Gandhi, Luther King y tantos otros fueron asesinados. Los que tienen el poder tan sólo están interesados en continuar teniéndolo, y para eso necesitan seguir esclavizando a los pueblos por medio de la deuda y los intereses bancarios, que impiden que la humanidad salga de este círculo vicioso.

.-¿Y cuál es su propuesta?
Un cambio radical en el proceso de formación humano. Ahora prevalece el condicionamiento egoico, que provoca que el hombre siga siendo un esclavo. En cambio, una educación basada en nuestra verdadera naturaleza potencia el desarrollo de nuestra conciencia, lo que nos libera de las falsas creencias acumuladas por el ego y que tanto limitan nuestra existencia. La crisis económica tan sólo pone de manifiesto nuestra crisis de conciencia. Es un indicador de que algo está funcionando muy mal.

.-Usted suele hablar de "la búsqueda de la verdad"...
Todos los grandes sabios de la humanidad, como Buda, Lao Tse, Jesucristo o Sócrates, han dicho lo mismo: el sentido de la vida es aprender a trascender nuestro egoísmo y egocentrismo para que podamos ver a los demás y al medio ambiente que nos rodea como parte de nosotros mismos. No existe la fragmentación, sólo la unidad: todos somos uno. Buscar la verdad implica cuestionar el condicionamiento sociocultural recibido para recuperar el contacto con nuestra verdadera naturaleza. No es ningún síntoma de inteligencia adaptarse a una sociedad como la actual, profundamente enferma. El líder que las empresas necesitan para mejorar la realidad debe ser, ante todo, un hombre consciente, libre y sabio.

(Entrevista publicada pot Borja Vilaseca)

2 comentarios:

  1. Tamara García Copado 1º Bachillerato CC.SS.30 de diciembre de 2010, 20:50

    Buenas, Carmen:

    Todo nuestro mundo es un negocio. Se mueve por cifras, tanto monetarias, como porcentajes de maltrato, accidentes de tráfico y demás. Pero siempre se mide o cuenta lo peor, ¿por qué no se busca una cifra de personas buenas? Yo aún no he visto una situación así.

    Creo que mi persona está dividida, como se cita en el texto, pero que siempre reluce una parte de ella sobre otra. Ese falso yo, que a todos nos invade, es un escudo protector, pero frágil, a la mínima se rompe, por eso no nos deja vivir conformes con lo que nos rodea y algunas personas se anulan como tal, se deshumanizan.

    Tener personalidad o ego no es malo en sí, es malo no controlarlo, es malo no diferenciar lo que puedes llegar a conseguir y lo imposible, es malo no controlar tu propia situación y dejarte llevar por tu ambición. Hay que tener ego en su justa medida. Personas sin ego están también deshumanizadas, no viven, sobreviven, ya que no muestran interés, se muestran inmunes ante lo que pasa delante de sus narices.

    Es muy difícil hoy en día no vivir identificado con tu ego, el vacío interior en los humanos es constante, y ¿cómo no va a serlo?, vivimos de la materia y dejamos de lado el corazón, no nos preocupamos por lo valioso, sólo por cifras, por precios, por cantidades, el amor no se mide, es por eso por lo que está desvalorizado, pero ese sentimiento es el que realmente te hace sentir persona y no te hace ser un transeunte más de la Tierra.

    Pienso que para cambiar este sistema hay que buscar la verdad pero para encontrarla tienes primero que buscar tu esencia, encontrar qué te hace ser como eres, tenemos que conocernos.

    Hasta pronto.

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  2. ¡Hola, Tamara!

    Veo que estás muy de acuerdo con lo que señala Claudio Naranjo: la deshumanización progresiva de gran parte de la gente..., las causas de tal deshumanización...
    Comprendido esto, tienes las herramientas para evitar que eso te ocurra a ti y a los seres más próximos a ti. Y pienso que sabrás hacerlo.

    A través de los tiempos, todos los grandes sabios han dicho, en esencia, lo mismo: no podemos amarnos a nosotros mismos sin antes conocernos, ni podemos amar a los otros si no nos amamos antes a nosotros mismos.

    Respecto al ego, pienso que es un elemento constitutivo de la persona. Alguien sin ego, es impensable, y quien dice no tenerlo, o miente o no sabe lo que dice.
    El ego es malo cuando es desmesurado, cuando está desconectado de todo, y sólo se centra en sí mismo y en sus apetitos. Pero el ego, en relación armónica y amorosa con los demás seres, y con el entorno natural, es el medio que tenemos de sentir que formamos parte de un Gran Todo. Entonces podemos sentir la plenitud, y no el vacío y la infelicidad del ego aislado en sí mismo, del ego enfermo.

    Me alegran mucho tus comentarios, Tamara. Aportas muy buenas cosas, y, además, te dejas conocer. No pierdas nunca esa línea.

    Bueno, ortográficamente hablando, tienes bastante buen nivel. En cualquier caso, te señalo dos errores, porque siempre debemos tratar de mejorar.

    -Pienso que para cambiar este sistema hay que buscar la verdad pero para encontrarla…

    -Pienso que para cambiar este sistema hay que buscar la verdad, pero para encontrarla…

    -…transeunte (transeúnte)

    Nos vemos, Tamara.

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