viernes, 30 de abril de 2010

*J. Sabina (poeta cantautor)



Ella le pidió que la llevara al fin del mundo,
él puso a su nombre todas las olas del mar.
Se miraron un segundo como dos desconocidos.

Todas las ciudades eran pocas a sus ojos,
ella quiso barcos y él no supo qué pescar.
Y al final números rojos en la cuenta del olvido,
y hubo tanto ruido que al final llegó el final.

Mucho, mucho ruido,
ruido de ventanas, nidos de manzanas
que se acaban por pudrir.
Mucho, mucho ruido, tanto, tanto ruido,
tanto ruido y al final por fin el fin.
Tanto ruido y al final...

Hubo un accidente, se perdieron las postales,
quiso Carnavales y encontró fatalidad
porque todos los finales son el mismo repetido
y con tanto ruido no escucharon el final.

Descubrieron que los besos no sabían a nada,
hubo una epidemia de tristeza en la ciudad.
Se borraron las pisadas, se apagaron los latidos,
y con tanto ruido no se oyó el ruido del mar.

Mucho, mucho ruido,
ruido de tijeras, ruido de escaleras
que se acaban por bajar.

Mucho, mucho ruido, tanto, tanto ruido.
Tanto ruido y al final...
ruido de tenazas.
Tanto ruido y al final...
ruido de estaciones.
ruido de amenazas,
Tanto ruido y al final...
ruido de escorpiones.
Tanto, tanto ruido.

Ruido de abogados, ruido compartido,
ruido envenenado, demasiado ruido.

Ruido platos rotos, ruido años perdidos,
ruido viejas fotos, ruido empedernido.

Ruido de cristales, ruido de gemidos,
ruidos animales, contagioso ruido.

Ruido mentiroso, ruido entrometido,
ruido escandaloso, silencioso ruido.

Ruido acomplejado, ruido introvertido,
ruido del pasado, descastado ruido.

Ruidos de conjuros, ruido mal nacido,
ruido tan oscuro, puro y duro ruido.

Ruido qué me has hecho, ruido yo no he sido,
ruido insatisfecho, ruido a qué has venido.

Ruido como sables, ruido enloquecido,
ruido intolerable, ruido incomprendido.

Ruido de frenazos, ruido sin sentido,
ruido de arañazos, ruido, ruido, ruido.

4 comentarios:

  1. ALEJANDRA 1ºBACH. CC.NN30 de abril de 2010, 23:03

    Hola Carmen,

    Voy a atreverme a comentar una canción de estas, que yo nunca entiendo pero bueno.

    A mi Sabina nunca me ha parecido un hombre con ninguna voz especial, de hecho ni siquiera creo que cante bien.
    El ritmo de la música me parece un poco más pasable.
    Pero tengo que reconocer que me parece un genio en cuanto a las letras. "Un poeta cantautor" es el título que le has puesto, y es verdad, es todo un poeta.
    Cuando escuchas una canción suya, de primeras dices: qué tontería de canción, por ejemplo ésta, escuchas todo el rato: "ruido, ruido, ruido", y dices: pues vaya tontería.

    Pero claro, tú te pones a leerla tranquilamente y a escucharla y te das cuenta de que la canción, y en general la mayoría de las que compone tienen un trasfondo mayor.

    En la mayoría de los grupos actuales, escuchada una canción, escuchadas todas, claro que, Sabina lleva haciendo música muchos años, no es precisamente actual si hablamos de sus inicios, aunque parece que no caduca nunca.

    Pienso que las canciones de amor es lo que tienen, son tan comerciales que no caducan.

    Por mi parte podría dejar de hacer tantas, porque si por mí fuera las canciones de amor comerciales no ganarían ni un duro.

    Las odio a muerte, no nos llevamos nada bien. A mi me gustan las canciones con temas más originales, y ya de paso añadirle una voz peculiar que no se confunda con todas las demás y unos buenos instrumentos.

    Sabina hace unas canciones de amor muy peculiares, aunque sean de amor, pero tienen su miga, su retorcido significado que te hace quedarte pensando ( y eso no lo hace cualquier cantautor).

    Yo creo que Sabina no ha triunfado porque cante bien, como ya he dicho antes no me parece que tenga una buena voz, si no que ha triunfado por la peculiaridad de sus canciones.

    La gente ya está cansada de ritmos idénticos y letras muy parecidas en el mundo de la música, o por lo menos yo.

    Lo que necesitamos son artistas creativos que aunque creen poco, que sea con calidad, con mucha calidad. Yo no necesito que mi grupo favorito saque un disco todos los años con 12 canciones idénticas e igual de malas todas, que simplemente con pegadizas,NO.
    Yo necesito que mi grupo favorito saque un disco cuando tenga canciones suficientes para sacarlo, sin prisa, cuando salgan, pero ya que salen, distintas cada una a la otra y con gran calidad.

    Por eso a mí los grupos típicos de ahora que salen a todas horas en la tele y en la radio no me gustan, la mayoría me parecen basura, así de claro, aunque a mucha gente le moleste oir que Melendi, o Huecco, o La Húngara son basura, yo lo digo así.

    No se puede comparar esa gente (que ganan mucho más dinero) con un Sabina de hace 30 años o de ahora. No se puede comparar a Pitingo con Camarón y no se puede comparar a Diana Navarro con la Piquer.

    Así que digo yo: ¡Vivan los siglos XVIII, XIX y XX (con respecto a la música)! (y algún que otro grupo actual, pero sin pasarse)

    Y a todo esto, después del comentario que te estoy haciendo leerte, el rollo este que estoy metiendo, no he comentado de la canción ni pizca, pero para qué vamos a destripar una canción con lo bonita que se ve así a modo de poema.

    ResponderEliminar
  2. Hola Alejandra:

    Si he tardado un poco en contestarte es porque tu comentario me planteaba muchas cuestiones y aborrezco contestar por contestar.

    Es verdad que Sabina no tiene una voz excepcional, pero sí especial. Uno la reconoce fácilmente, aunque nunca haya oído la canción que en ese momento esté cantando. No es una voz clónica como la de tantos cientos de grupos que cantan las mismas tonterías con la misma lánguida y tonta voz. Sabina, cuando canta, se sabe que es él. Es inconfundible. No es un Pavaroti, pero es una voz con personalidad propia. Otra cuestión es que guste más o guste menos.

    Como letrista es auténtico. Cuenta historias que a cualquiera nos pueden ocurrir, pero lo hace con un talento que muy pocos poseen. Es muy difícil escribir letras tan cercanas a la realidad cotidiana y que tengan tanta calidad poética. Encima, meter esto en una buenas melodías, me parece una pasada.

    Desde luego, la realidad actual de la música española está a años luz de lo que hace Sabina y otros grupos de de hace 20 o 30 años. Ahí tienes toda la razón: antes, de un disco de 12 canciones te gustaban 9 o 10. Hoy, si te gusta una, eres afortunada, y a partir de aquí los próximos discos contendrán la misma canción con distista letra, y el resto... la misma basura.

    Dices: “Pienso que las canciones de amor es lo que tienen, son tan comerciales que no caducan”.

    Yo creo, Alejandra, que lo que no caduca es la calidad. Lo comercial, ya lo dice el propio término, sólo busca la ganancia inmediata, y así van surgiendo grupos de una sóla canción, todos con el mismo patrón, que después desaparecen. Y es que una canción comercial es efímera, si no tiene calidad.
    Otra cosa es que la calidad no tiene por qué ser incompatible con ser comercial. Pero es verdad que la comercialidad (el ritmo repetitivo, el ruido, lo pegadizo) se impone a la verdadera calidad.

    Puede decirse que el 90% de la música o de la literatura se basan en historias de amor o de desamor. Lo esencial es el modo en que tratan este tema: con originalidad y calidad, o con banalidad y tópicos que hasta irritan. Por esto, te comprendo muy bien cuando dices que te llevas fatal con las “canciones de amor”. Y es que en la mayoría de ellas falta, además de amor, creatividad, y sobra mediocridad y ansias de “exito inmediato”. Es como ese virus letal para la buena música llamado “Operación Triunfo”. El título del programa ya lo dice todo, pues el verdadero arte no es triunfo, es emoción profunda, belleza, sorpresa, originalidad, intemporalidad...

    Yo creo que el mejor elogio que has podido hacer a Sabina es lo que dices: ¡para qué vamos a destripar esa canción con lo bonita que se ve así a modo de poema!

    Bueno, Alejandra, tu comentario me ha parecido muy auténtico y demuestra que tienes una gran personalidad. Y esto es algo que me gusta. Espero que sigas aportando tus opiniones sobre cualquier tema que te interese, y no pierdas ese punto de rebeldía.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Moisés Cerrillo4 de mayo de 2010, 21:17

    Sabina ha sido y es un genio. Quizás no tenga la mejor voz, pero a mi me parece la perfecta para el tipo de canción que hace.
    Sus letras son magníficas, muchas veces pienso como se le podrá ocurrir esta mezcla de vocablos. Tienta a las leyes escritas sobre la música, de cualquier cosa te puede sacar una canción que te haga pensar.

    Está claro, la música de Sabina no es para oír como el que escucha solos de guitarra porque es un poco complicada, si no para interpretar y sentir. Cualquiera que no entienda de música, que sólo le guste el ruido, podría decir que esta música es una basura sin sentido, pero no es así.

    Detrás de cada frase hay escondida una enseñanza. Puedes pensar que trata temas efímeros y carentes de sentido pero yo te invito a indagar más allá de lo que la voz te trasmite.

    Yo pienso que con esta canción Sabina quiere referirse con el ruido a las pegas que ella ponía. Cuando él ofrecía algo, ella pedía más. La relación se basaba en un pedir continuo de su pareja, sus cimientos estaban ocupados por el materialismo. Y cuando quisieron darse cuenta, tantas pegas e inconvenientes hicieron que todo se acabara.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. Hola Moisés:

    Estoy totalmente de acuerdo contigo sobre lo que opinas sobre Sabina.

    Creo que, sin ser una voz excepcional, es la perfecta para sus canciones. Es una voz auténtica para una música y unas letras muy meritorias, muchas veces geniales.

    En lo único en que deseo matizar es en la interpretación de la letra de esta canción:

    Yo creo que lo que Sabina quiere contarnos es la dificultad que tenemos las personas para relacionarnos como pareja. El ruido que menciona, tanto se refiere a los sueños o ilusiones de "ella" como a la incapacidad de "él" para responder o satisfacer dichos anhelos.

    Sabina siempre canta al desamor, al desencanto, a la frustración o al fracaso en las relaciones amorosas, y aunque lo hace de un modo irónico y hasta con humor, nos deja un poso de escepticismo sobre la posibilidad de ser feliz de este modo.
    Está claro que habla desde su propia experiencia vital, pero su altura de poeta logra universalizar esta experiencia, porque es verdad que entre el hombre y la mujer la comunicación siempre resulta muy complicada y tantas veces frustrante.
    Pero es su visión particular, y lo que hay que valorar es que su mensaje lo sabe transmitir de un modo muy creativo y placentero para los sentidos. Sabina es un artista grande, y no es necesario comulgar con sus ideas para reconocerlo.

    Un saludo, Moises.

    ResponderEliminar