viernes, 23 de abril de 2010

*Somos seres sagrados

Heredera de la tradición maya y curandera con cocimientos ancestrales, la Abuela Margarita es, a sus 76 años, una mujer que emana sabiduría, alegría y fuerza y que recorre el mundo transmitiendo mensajes rotundos sobre el despertar de lo femenino en hombres y mujeres, la sacralidad de la Madre Tierra, nuestra naturaleza espiritual y el poder que todos tenemos.
Allá donde va es una persona muy escuchada y respetada cuyas palabras sirven de aliento e inspiración para miles de personas.
En esta entrevista la Abuela Margarita nos transmite claves y consejos de vida sobre los que merece la pena reflexionar:

.El sexo es sagrado y se está banalizando.

.La muerte no existe sino que la conciencia -nuestra parte espiritual- sobrevive a la encarnación física.

.Todos somos seres sagrados y debemos honrarnos a nosotros mismos.

.Nuestros pensamientos tienen el poder de crear nuestra realidad.

Ella nos dice: ‘Tengo 71 años. Nací en el campo, en el estado de Jalisco (México), y vivo en la montaña. Soy viuda, tengo dos hijas y dos nietos de mis hijas, pero tengo miles con los que he podido aprender el amor sin apego. Nuestro origen es la Madre Tierra y el Padre Sol. Mis conferencias sólo tienen un objetivo: recordarles lo que hay dentro de cada uno”.

.-Dice que las personas mayores son “oro molido” para la sociedad.
Sí. Después de los 65 años somos oro molido para la Humanidad. Es una época ideal para compartir experiencias y sabiduría. Según los ciclos mayas de 13 años, a partir de los 52 años las personas se “abren a la maternidad-paternidad universal” y deben dejar el victimismo y decir “aquí estoy”.

.-Usted afirma que el despertar femenino, en hombres y mujeres, es cambiar las emociones desde el amor.
Sí. El despertar femenino corresponde al corazón y afecta por igual a hombres y mujeres. Nacemos con dos posibilidades, el amor y el miedo, y se trata de cambiar las emociones hacia al amor.

.-¿Dónde vamos tras esta vida?
¡Uy hija mía, al disfrute! La muerte no existe. La muerte simplemente es dejar el cuerpo físico, si quieres.

.-¿Cómo que si quieres?
Te lo puedes llevar. Mi bisabuela era chichimeca, me crié con ella hasta los 14 años, era una mujer prodigiosa, una curandera, mágica, milagrosa. Aprendí mucho de ella.

.-Ya se la ve a usted sabia, abuela.
El poder del cosmos, de la tierra y del gran espíritu está ahí para todos, basta tomarlo. Los curanderos valoramos y queremos mucho los cuatro elementos (fuego, agua, aire y tierra), los llamamos abuelos. La cuestión es que estaba una vez en España cuidando de un fuego, y nos pusimos a charlar.

.-¿Con quién?
Con el fuego. ‘Yo estoy en ti’, me dijo. ‘Ya lo sé’, respondí. ‘Cuando decidas morir retornarás al espíritu, ¿por qué no te llevas el cuerpo?’, dijo. ‘¿Cómo lo hago?’, pregunté.

.-Interesante conversación.
’Todo tu cuerpo está lleno de fuego y también de espíritu -me dijo-, ocupamos el cien por cien dentro de ti. El aire son tus maneras de pensar y ascienden si eres ligero. De agua tenemos más del 80%, que son los sentimientos y se evaporan. Y tierra somos menos del 20%, ¿qué te cuesta cargar con eso?’.

.-¿Y para qué quieres el cuerpo?
Pues para disfrutar, porque mantienes los cinco sentidos y ya no sufres apegos. Ahora mismo están aquí con nosotras los espíritus de mi marido y de mi hija.
El muertito más reciente de mi familia es mi suegro, que se fue con más de 90 años. Tres meses antes de morir decidió el día. ‘Si se me olvida -nos dijo-, me lo recuerdan’. Llegó el día y se lo recordamos. Se bañó, se puso ropa nueva y nos dijo: ‘Ahora me voy a descansar’. Se tumbó en la cama y murió. Eso mismo le puedo contar de mi bisabuela, de mis padres, de mis tías…

.-Y usted, abuela, ¿cómo quiere morir?
Como mi maestro Martínez Paredes, un maya poderoso. Se fue a la montaña: ‘Al anochecer vengan a por mi cuerpo’. Se le oyó cantar todo el día y cuando fueron a buscarle, la tierra estaba llena de pisaditas. Así quiero yo morirme, danzando y cantando. ¿Sabe lo que hizo mi papá?

.-¿Qué hizo?
Una semana antes de morir se fue a recoger sus pasos. Recorrió los lugares que amaba y a la gente que amaba y se dio el lujo de despedirse. La muerte no es muerte, es el miedo que tenemos al cambio. Mi hija me está diciendo: ‘Habla de mí’, así que le voy a hablar de ella.

.-Su hija, ¿también decidió morir?
Sí. Hay mucha juventud que no puede realizarse, y nadie quiere vivir sin sentido.

.-¿Qué merece la pena?
Cuando miras a los ojos y dejas entrar al otro en ti y tú entras en el otro y te haces uno. Esa relación de amor es para siempre, ahí no hay hastío. Debemos entender que somos seres sagrados, que la Tierra es nuestra Madre y el Sol nuestro Padre. Hasta hace bien poquito los huicholes no aceptaban escrituras de propiedad de la tierra. "¿Cómo voy a ser propietario de la Madre Tierra?", decían.

.-Aquí la tierra se explota, no se venera.
¡La felicidad es tan sencilla!, consiste en respetar lo que somos, y somos tierra, cosmos y gran espíritu. Y cuando hablamos de la madre tierra, también hablamos de la mujer que debe ocupar su lugar de educadora.

.-¿Cuál es la misión de la mujer?
Enseñar al hombre a amar. Cuando aprendan, tendrán otra manera de comportarse con la mujer y con la madre tierra. Debemos ver nuestro cuerpo como sagrado y saber que el sexo es un acto sagrado, esa es la manera de que sea dulce y nos llene de sentido. La vida llega a través de ese acto de amor. Si banalizas eso, ¿qué te queda? Devolverle el poder sagrado a la sexualidad cambia nuestra actitud ante la vida. Cuando la mente se une al corazón todo es posible. Yo quiero decirle algo a todo el mundo…

.-Adelante.
Que pueden usar el poder del Gran Espíritu en el momento que quieran. Cuando entiendes quién eres, tus pensamientos se hacen realidad. Yo, cuando necesito algo, me lo pido a mí misma. Y funciona.

.-Hay muchos creyentes que ruegan a Dios, y Dios no les concede.
Yo, cuando necesito algo, me lo pido a mí misma. Y funciona. Porque una cosa es ser limosnero y otra, ordenarte a ti mismo, saber qué es lo que necesitas. Muchos creyentes se han vuelto dependientes, y el espíritu es totalmente libre; eso hay que asumirlo. Nos han enseñado a adorar imágenes en lugar de adorarnos a nosotros mismos y entre nosotros.

.-Mientras no te empaches de ti mismo.
Debemos utilizar nuestra sombra, ser más ligeros, afinar las capacidades, entender. Entonces es fácil curar, tener telepatía y comunicarse con los otros, las plantas, los animales. Si decides vivir todas tus capacidades para hacer el bien, la vida es deleite.

.-¿Desde cuándo lo sabe?
Momentos antes de morir mi hija me dijo: ‘Mamá, carga tu sagrada pipa, tienes que compartir tu sabiduría y vas a viajar mucho. No temas, yo te acompañaré’. Yo vi con mucho asombro como ella se incorporaba al cosmos. Experimenté que la muerte no existe. El horizonte se amplió y las percepciones perdieron los límites, por eso ahora puedo verla y escucharla, ¿lo cree posible?

.-Sí.
Mis antepasados nos dejaron a los abuelos la custodia del conocimiento: ‘Llegará el día en que se volverá a compartir en círculos abiertos’. Creo que ese tiempo ha llegado.

(Entrevista publicada en "La Contra" de La Vanguardia).

2 comentarios:

  1. JAVIER GARCIA MARTIN23 de abril de 2010, 16:33

    Es muy curioso como se ve la vida desde otro punto de vista y como consideran los cuatro elementos muy importantes. Si que en lo que comentaba de que la tierra no nos pertenece, recuerdo haber leído algo sobre una carta a un indio que le querían comprar la tierra donde vivían y dijo que no se la podía vender porque la tierra no era suya. Era una carta extensa y también hablaba sobre temas parecidos a estos.

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  2. Es cierto, Javier. En todas las antiguas culturas encontramos una veneración por la Madre Naturaleza, a la que se la consideraba sagrada. En muchas de ellas, los cuatro elementos son señalados como principios originarios de la vida. En la nuestra lo hicieron los primeros presocráticos...

    No obstante, el texto nos señala una cultura muy concreta: la maya, que aunque como civilización fua totalmente aniquilada, quedó un poso de sabiduría que se ha ido transmitiendo de generación en generación. Es el mundo de los chamanes, los curanderos, etc., que los "sabios occidentales" siempre han desacreditado. Pero desacreditar algo que se desconoce no parece una actitud muy sabia. Al fin y al cabo, la verdad está en todas partes y cada cultura y cada hombre se acerca a ella de un modo distinto.

    Uu saludo

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