«En este mundo de fealdad, cada canción debería ser como una caricia», nos dice Amancio Prada.
El artista leonés, conocido por sus versiones musicales de la poesía de Rosalía de Castro o su celebrado 'Cántico espiritual', de San Juan de la Cruz, acaba de presentar su disco más reciente, 'Vida de artista', dedicado al cantautor francés, Léo Ferré. París sigue estando entre sus mejores recuerdos.
.-¿Qué facetas destacaría de Léo Ferré, quien abarcó desde la canción popular a la ópera, el ensayo o la novela?
Las de compositor, letrista e intérprete. Conozco su dedicación a la ópera o a la música sinfónica, pero creo que donde nos ha dejado pequeñas y grandes obras maestras es en la canción.
.-Es notoria la militancia que Ferré tuvo en las filas del anarquismo. ¿Reivindica usted esa filiación?
Reivindico la rebeldía y lo políticamente incorrecto. De todas maneras, Léo Ferré defendía las ideas por encima de la ideología.
.-¿Cabe el anarquismo en un siglo tan reglamentado?
Los textos de Ferré mantienen una vigencia palpitante. En cualquier caso, puede que quien esté fuera del siglo sea yo (se ríe).
.-¿Sus cinco años en París -de 1970 a 1975- le dejaron definitivamente marcado por la cultura francófona, más allá de la anglosajona?
Ni siquiera sé inglés... Fueron cinco años muy importantes, y allí encontré las primeras ayudas y ánimos y grabé mi primer disco, 'Vida e morte'. Pero mis raíces estaban aquí, de donde son todos los poetas a los que canto.
.-Ferré cantó 'Cette blesure' ('Esta herida'). ¿Cuál es la herida de Amancio Prada?
La herida del tiempo y la del amor, que a veces son la misma herida.
.-¿Qué tiene de singular la vida del artista?
Que es mucho más trabajosa de lo que la gente se imagina. Es estar dale que te pego todos los días, a todas las horas, componiendo, ensayando con la guitarra, viajando... Lo que sucede es que si lo haces por verdadera afición, se convierte en una fuente de alegría. En éste y en cualquier otro trabajo, lo fundamental es la vocación. Como dice el refranero popular: "Vive como piensas, o acabarás pensando como vives".
.-Usted, que ha cantado a los místicos, ¿advierte de que la sociedad ha ido derivando hacia supersticiones, platillos volantes o fantasías parapsicológicas?
El propio San Juan de la Cruz fue perseguido y degradado por la Inquisición. Su poema sólo llegó a publicarse 40 años después de su muerte. Llaman más la atención las supersticiones que la profundidad de la mística.
.-¿Qué ofrece un artista a nuestra época?
Nada en particular que no puedan ofrecer otros oficios. Aporta un poquito de belleza a este mundo nuestro de cada día, en el que la fealdad parece crecer por generación espontánea.
El artista leonés, conocido por sus versiones musicales de la poesía de Rosalía de Castro o su celebrado 'Cántico espiritual', de San Juan de la Cruz, acaba de presentar su disco más reciente, 'Vida de artista', dedicado al cantautor francés, Léo Ferré. París sigue estando entre sus mejores recuerdos.
.-¿Qué facetas destacaría de Léo Ferré, quien abarcó desde la canción popular a la ópera, el ensayo o la novela?
Las de compositor, letrista e intérprete. Conozco su dedicación a la ópera o a la música sinfónica, pero creo que donde nos ha dejado pequeñas y grandes obras maestras es en la canción.
.-Es notoria la militancia que Ferré tuvo en las filas del anarquismo. ¿Reivindica usted esa filiación?
Reivindico la rebeldía y lo políticamente incorrecto. De todas maneras, Léo Ferré defendía las ideas por encima de la ideología.
.-¿Cabe el anarquismo en un siglo tan reglamentado?
Los textos de Ferré mantienen una vigencia palpitante. En cualquier caso, puede que quien esté fuera del siglo sea yo (se ríe).
.-¿Sus cinco años en París -de 1970 a 1975- le dejaron definitivamente marcado por la cultura francófona, más allá de la anglosajona?
Ni siquiera sé inglés... Fueron cinco años muy importantes, y allí encontré las primeras ayudas y ánimos y grabé mi primer disco, 'Vida e morte'. Pero mis raíces estaban aquí, de donde son todos los poetas a los que canto.
.-Ferré cantó 'Cette blesure' ('Esta herida'). ¿Cuál es la herida de Amancio Prada?
La herida del tiempo y la del amor, que a veces son la misma herida.
.-¿Qué tiene de singular la vida del artista?
Que es mucho más trabajosa de lo que la gente se imagina. Es estar dale que te pego todos los días, a todas las horas, componiendo, ensayando con la guitarra, viajando... Lo que sucede es que si lo haces por verdadera afición, se convierte en una fuente de alegría. En éste y en cualquier otro trabajo, lo fundamental es la vocación. Como dice el refranero popular: "Vive como piensas, o acabarás pensando como vives".
.-Usted, que ha cantado a los místicos, ¿advierte de que la sociedad ha ido derivando hacia supersticiones, platillos volantes o fantasías parapsicológicas?
El propio San Juan de la Cruz fue perseguido y degradado por la Inquisición. Su poema sólo llegó a publicarse 40 años después de su muerte. Llaman más la atención las supersticiones que la profundidad de la mística.
.-¿Qué ofrece un artista a nuestra época?
Nada en particular que no puedan ofrecer otros oficios. Aporta un poquito de belleza a este mundo nuestro de cada día, en el que la fealdad parece crecer por generación espontánea.
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