Apuntes de un viejo sueño
una mano tendida a cientos.
Saber que todo fluye
eso es conocimiento.
Te crees que estás de paso
y que de nada queda huella.
No te olvides que eres
un mensaje en una botella.
Para, no corras tanto,
si es a tí mismo al que estás buscando.
Para, no corras tanto,
si es a tí mismo al que estás buscando.
¿De dónde sale tu arte?
¡Qué sabio es el que comparte!
Paisajes para olvidar
remiendos en los bolsillos.
Momentos para encontrar
miradas y un estribillo.
Llegaste a mí sin hablar
y caminamos por la orilla.
Besos de sal al mar
mientras la arena te hace cosquillas.
Para, no corras tanto,
si es a tí mismo al que estás buscando.
Para, no corras tanto,
si es a tí mismo al que estás buscando.
¿De dónde sale tu arte?
.......
Es cuestión de ser y no sólo estar.
Ver y comprender, mejor que juzgar.
¿De dónde sale tu arte?
¡Qué sabio es el que comparte!
Para, no corras tanto,
si es a tí mismo al que estás buscando.
Para, no corras tanto,
si es a tí mismo al que estás buscando.
Para, no corras tanto,
si es a tí mismo al que estás buscando.
Para, no corras tanto.
Ha pasado más de una década desde que cinco músicos madrileños se conocieron en la Facultad de Filosofía y Letras y decidieran poner sobre la mesa las influencias de cada uno y crear así El Combolinga, un grupo caracterizado por su original sonido: un cóctel coherente en el que cabe desde el flamenco hasta el rock, pasando por el reggae, la rumba, el pop y las raíces africanas; estos cinco chavales estaban abriendo una nueva vía por la que años más tarde transitaría –y sigue transitando– un buen puñado de bandas españolas. Desde entonces han editado cinco discos. Suelen ser el grupo de acompañamiento de Bebe en muchas de sus giras.
(Pá que luego digan que la filosofía no sirve pa ná).
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