martes, 16 de marzo de 2010
*Fracis Cabrel (cantautor francés)
Y yo que hasta ayer solo fui un holgazán,
y hoy soy el guardián de sus sueños de amor,
la quiero a morir.
Podéis destrozar todo aquello que veis,
porque ella de un soplo lo vuelve a crear
como si nada, como si nada,
la quiero a morir.
Ella borra las horas de cada reloj,
y me enseña a pintar transparente el dolor
con su sonrisa.
Y levanta una torre desde el cielo hasta aquí
y me cose unas alas y me ayuda a subir
a toda prisa, a toda prisa,
la quiero a morir.
Conoce bien cada guerra,
cada herida, cada sed.
Conoce bien cada guerra
de la vida y del amor también.
Me dibuja un paisaje, me lo hace vivir,
en un bosque de lápiz se apodera de mí,
la quiero a morir.
Y levanta una torre desde el cielo hasta aquí
y me cose unas alas y me ayuda a subir
a toda prisa, a toda prisa,
la quiero a morir.
Cuando trepo a sus ojos me enfrento al mar,
dos espejos de agua encerrada en cristal,
la quiero a morir.
Solo puedo sentarme, solo puedo charlar,
solo puedo enredarme, solo puedo aceptar
ser sólo suyo, ser sólo suyo,
la quiero a morir.
Conoce bien cada guerra,
cada herida, cada sed.
Conoce bien cada guerra
de la vida y del amor también.
Y yo que hasta ayer solo fui un holgazán,
y hoy soy el guardián de sus sueños de amor,
la quiero a morir.
Podéis destrozar todo aquello que veis,
porque ella de un soplo lo vuelve a crear
como si nada, como si nada,
la quiero a morir.
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