domingo, 14 de marzo de 2010

*La imagen más poderosa es nuestra imaginación

Richard Price, guionista de la teleserie “The wire” publica ahora “La vida fácil”. Él dice preferir el aprendizaje de la soledad del novelista: solo frente al papel, pero también libre.

"Tengo 60 años: parezco más joven porque no me ven el alma. Nací en el Bronx: mala vida, buenas historias. Soy judío, pero creo más en el hombre que en Dios".

.-Usted dirige un taller de escritura.
Tengo un único alumno negro en mi clase de escritura.

.-¿Es bueno?
El chaval me escribía historias del Bronx muy previsibles: narcos, tiros, macarras, putas... eran malas, muy malas.

.-¿Qué le dijo?
"¿Tú no eres del Bronx, verdad, Jack?". Y Jack me reconoció que era hijo de un respetable funcionario que vivía en una urbanización de clase media en Long Island.

.-¿Por qué escribía del Bronx?
"Porque soy negro -me dijo- y eso es lo que la gente espera de mí".

.-No parece una buena razón.
"Jack -le dije-, no escribirás nada que desvele a nadie si puedes dormir sin contarlo. Y lo único que logra quitarte el sueño es lo que has vivido realmente: eso de lo que no te puedes librar hasta que lo escribes".

.-Tiene más sentido.
Entonces escribió cómo los chicos negros de su banda de grafiteros se desafiaban a pintar su nombre con un spray en un vagón de tren. Y cómo él -niño pijo-, si no quería que lo molieran a palos los demás, tenía que demostrar que podía poner su nombre en ese tren antes que los más chulos. Y cómo no podía dormir la noche antes de que, muerto de miedo y vergüenza, entrara a robar el spray en una droguería donde sabían que los chavales negros iban a robar los sprays -con la panda esperándole fuera para zurrarle si no lo robaba- y cómo esperaba al tren agazapado entre los raíles.

.-Eso ya es una historia.
Y la mezcla del olor del spray y el aire viciado del vagón que le lamía la cara helada cuando el guardia abría la puerta del vagón para sorprenderlo... Con la porra en alto...

.-Y hasta una película.
Eso es escribir: encontrar lo más urgente que hay en tu interior y explicarlo, porque lo que pase después con tu obra -que ganes un Pulitzer o que no te lea ni tu madre- es sólo cuestión de ego y puedes vivir perfectamente sin ello; pero sin escribir, sin crear: pintar, esculpir, cocinar: sin explicar eso tan urgente que no te deja dormir, nadie puede vivir plenamente.

.-Hombre, también hay técnicas.
Si has encontrado eso tan urgente que cada uno lleva dentro, no podrás contenerlo: saldrá a borbotones de ti y después arrastrará a todos los que te lean hasta convertiros en un mismo magma en el que nos reconocemos, porque todos estamos hechos de la misma putrefacta y eterna materia humana. Eso es escribir, que no tiene nada que ver con ser escritor. Bueno, alguna vez, sí.

.-¿No hay técnicas?
Mucho menos urgentes que la necesidad de explicar algo. Cuando sepas qué es -hay quien lo descubre a los 14 años y hay quien no lo descubre nunca, aunque vaya toda su vida de escritor-, también sabrás explicarlo o tendrás tanta prisa en aprender que acabarás siendo bueno también en cómo explicarlo. Mientras no encuentres eso en tu interior, no podrás demostrar si sabes escribir.

¿Y un guión de teleserie?
Es trabajo de equipo; es visual; son 120 páginas de instrucciones al director para que él las convierta en un cuento en imágenes. Tú tecleas: "El chulo arrastra los pies por la acera del suburbio. Hay sábanas tendidas en las ventanas y putas en las aceras junto a tipos sentados en los coches, porque no tienen dinero ni nada mejor que hacer".

.-Lo estoy viendo.
El director lo lee y te dice: "Richard, lo veo", y llama al iluminador y a los cámaras y al maquillador y a vestuario y veinte técnicos más y luego le dice al actor cómo debe arrastrar los pies en la escena...

.-Sus diálogos, señor Price, son geniales.
Tampoco son míos. Los actores están a tu alrededor en la mesa de guionistas y los leen casi al instante y te dicen: "Richard, yo no puedo decir esto así. Suena falso".

.-¿Tienen razón?
A veces sí, porque un diálogo magnífico al leerlo puede sonar impostado al escucharlo. Y luego está el actor. Por eso, escribes ese diálogo no para leerlo, sino para ser dicho y por ese actor y no otro.

.-Un guión de teleserie puede ser una obra maestra.
Puede. Pero me temo que el lenguaje visual jamás explicará tanto y tan profundo como la buena literatura. Ninguna imagen es más poderosa que nuestra imaginación. Por eso, yo escribo guiones sólo cuando no encuentro en mi interior eso tan urgente que le decía antes que se necesita para escribir una novela... Y, sin embargo, sigo teniendo que pagar facturas cada mes.

.-¿Qué hace bueno al guión de teleserie?
Su arquitectura; su estructura: debe estar siempre abierta y siempre cerrada.

(Entrevista publicada en "La Contra" de La Vanguardia).

2 comentarios:

  1. José Hervás 1º Bachiller13 de noviembre de 2010, 13:53

    Hola de nuevo, Carmen:

    Me ha dado mucho que pensar esta entrevista, sobre todo 2 de las ideas que expresa Richar, pero me voy a centrar más en la de: "el lenguaje visual jamás explicará tanto y tan profundo como la buena literatura". Creo que ha existido este debate desde hace mucho tiempo. Se asocia comúnmente el cine con la televisión, y por reducción se dice que ambos matan la imaginación, pero yo opino que el buen cine tiene tanto de arte como lo puede tener la literatura.

    Richard Price, además de guionista, es novelista. Y, ¿qué son las novelas? son obras literarias en prosa que narran sucesos, algo parecido, a lo que hacen las películas, que es, al fin y al cabo, narrar una historia. Se puede decir, entonces, que el cine tiene cosas en común con la literatura. Es un buen comienzo para pensar que, tal vez, no sean tan diferentes como todo el mundo ve.
    La definición de novela es el arte que emplea el uso de la palabra como instrumento. El cine, por otro lado, también está considerado un arte, en el que se utilizan como instrumentos las imágenes y los sonidos. El Buen Cine (llamado Cine Arte) es aquel que no busca la máxima taquilla ni la recaudación de beneficios (entre la lista de directores de cine arte se encuentran, por ejemplo, Charles Chaplin o Clint Eastwood).


    Para profundizar un poco más, la definición de “arte” es: cualquier actividad o producto realizado por el ser humano con una finalidad estética (crear belleza) o comunicativa (lanzar un mensaje), a través del cual se expresan ideas, emociones o una visión del mundo.
    Mi conclusión es, por estos motivos, que, ni la literatura es mejor que el Cine Arte, ni viceversa, ambos son artes que se deberían complementar, cada uno nos aporta unos sentimientos o unas ideas que el otro no puede aportarnos. El verdadero error reside en los extremos, y si no, que se lo digan a Don Quijote y sus libros de caballerías.

    Que pases un buen fin de semana, un saludo.

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  2. Hola, José:

    Yo no creo que, por lo general, se asocie el cine con la televisión, ni he oído decir que el cine mate la imaginación.

    Sí he escuchado opinar –y estoy totalmente de acuerdo- que la actual televisión enajena, estupidiza; pero no es la televisión, que, al fin y al cabo, es sólo un medio, sino su contenido, el uso que se hace de ella.

    Respecto al tema central, está claro que, tanto el cine, como la literatura, la pintura, la música, etc., son modos de expresión que pueden alcanzar la categoría de arte, o quedarse en productos mediocres y vulgares que el tiempo no tardará en hacer desaparecer.

    Es verdad que el cine y la literatura tienen en común, sobre todo, el que intentan contar una historia. De hecho, muchas películas están basadas en historias noveladas. Son artes que se complementan muy bien. Y cuando logran contar una historia de un modo sublime, pueden ser consideradas obras de arte, tan valiosas como una sonata de Bach, o un cuadro de Kandinsky, por poner dos ejemplos.

    Lo que es innegable, y esto no lo desvaloriza en absoluto, es que el cine exige menos participación imaginativa que una novela.

    Pero esto es lógico: el cine nos posibilita ver lo que sucede en la historia, por lo que en él somos más espectadores; por el contrario, la palabra escrita nos exige una mayor participación imaginativa para “visualizar” la trama.

    Lo que nos quiere decir Richard Price es que el cine es, sobre todo, imagen, y frente a la imagen, no necesitamos imaginar.

    Pero esto no lo devalúa, ya que con el cine podemos gozar de otro modo: de la estética de la imagen y del color, que es algo que comparte con la pintura; de la interpretación de los personajes, como ocurre en el teatro; y, naturalmente, de la historia que cuenta, como nos pasa con la novela.

    Por tanto, el cine no es mejor ni peor que cualquier otro arte, por ser un compendio de muchas formas de expresión artística más antiguas.

    Espero que ahora entiendas en su exacto contexto la frase de Richard Price: "La imaginación es la imagen más poderosa".

    Una sugerencia, José: en redacciones de este tipo, ya sean académicas o literarias, cuando hagas mención a un número, pòr ejemplo, el "dos", escríbelo mejor así: “dos”, antes que “2”, que, como signo, pertenece más al lenguaje matemático.

    Un saludo, José.

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