Fue en un pueblo con mar
una noche después de un concierto.
Tú reinabas detrás
de la barra del único bar que vimos abierto.
Cántame una canción al oído
te sirvo y no pagas.
Sólo canto si tú me demuestras
que es verde la luz de tus ojos de gata.
Loco porque me diera
la llave de su dormitorio,
esa noche canté
al piano del amanecer todo mi repertorio.
Con el "Quiero beber"
el alcohol me acunó entre sus mantas,
y soñé con sus ojos de gata
pero no recordé que de mí algo esperaba.
Desperté con resaca y busqué
pero allí ya no estaba.
Me dijeron que se mosqueó
porque me emborraché y la usé como almohada.
Comentó por ahí
que yo era un chaval ordinario.
Pero cómo explicar
que me vuelvo vulgar
al bajarme de cada escenario.
Pero cómo explicar
que me vuelvo vulgar
al bajarme de cada escenario.
Los Secretos fue uno de los grupos emblemáticos de lo que fue denominado como “la movida madrileña”, una época en la que salieron grupos como Nacha Pop, Los Solitarios, Alaska y los Pegamoides, y muchos más.
Los orígenes de Los secretos se remontan a 1978, cuando los tres hermanos Urquijo, Enrique, Alvaro y Javier se unen al batería Canito y forman el grupo Tos, con el que graban sus primeras maquetas. Pero en 1980 Canito fallece en un accidente de tráfico, lo que lleva a un montón de amigos a realizarle un concierto homenaje en el que participan varios de los grupos de la movida. En este concierto los hermanos Urquijo adquieren ya el nombre de Los Secretos para su grupo.
A partir de este momento, la actividad del grupo se acelera y graban dos discos más. Durante dos años recorren toda España dando infinidad de conciertos. Hasta que en 1984, Pedro, el batería sustituto de Canito fallece también víctima de un accidente de carretera. A la ausencia del batería se une la marcha del grupo de Javier Urquijo, el hermano mayor. Enrique y Alvaro deciden continuar con el grupo.
En 1996, cuando el grupo estaba a punto de lanzar el “Grandes éxitos”, Enrique Urquijo fue hallado muerto en un portal del centro de Madrid.
La canción “Ojos de gata” fue compuesta por Enrique Urquijo a partir de las dos primeras estrofas de la letra que Joaquín Sabina le regaló. Luego Sabina versionaría la canción a su manera, cambiando algo la letra y titulándola “Y nos dieron las diez”.
Esta versión en directo de "Ojos de gata", la canta Alvaro Urquijo en homenaje a su hermano Enrique, ya fallecido. La versión original, cantada por el propio Enrique, es mucho mejor, pero no he encontrado un video con la suficiente calidad para bajarlo al blog. Pero Alvaro no la canta nada mal...
Es preciosa esta canción, y para mí la letra representa la sociedad de hoy en día.
ResponderEliminarEsta canción me transmite muchas de las situaciones que he vivido respecto un amor.
Y sinceramente es duro amar a una persona, y saber que esa persona te quiere pero no como tú esperas.
De todos modos hay canciones de este autor que también son muy bonitas, como por ejemplo:
Te he echado de menos hoy, o dejame.
La cancion ha sido, es y sera muy buena, ya que representa a la juventud y a los amores y desamores que pasan durante esa epoca y que aunque uno sea cantante o cualquier personaje famoso, son personas normales que tienen sus defectos y virtudes y tambien caen en las tentaciones terrenales.
ResponderEliminarHe escuchado la cancion DEJAME al ver el comentario de silvia y tambien me ha gustado bastante.
Así es, Javier. La canción habla de alguien que sobre el escenario es un ídolo, pero cuando acaba el concierto y cesan los aplausos se siente como lo que es: humano, frágil, un poco perdido.
ResponderEliminarLo interesante de esta canción es que la reflexión la hace el propio personaje. Y es que muchos famosos, cuando se apagan las luces del escenario se sienten muy pequeños y solos. Sienten un gran vacio.
Eso es porque la fama no es nada, sólo un ruido que crea adicción. Y cuando cesa el ruido y llega el inevitable silencio, muchos no lo soportan...
Saludos, Javier.
Sí, es una canción preciosa, Silvia. Y como toda canción, tiene muchas interpretaciones.
ResponderEliminarYo la veo como una historia de dos personajes que se sienten un poco solos y ponen en juego las estrategias de la seducción. Pero lo que cada uno esperaba del otro, al final no se da, porque no estaban unidos por un sentimiento. No era más que un encuentro entre dos desconocidos, que no llegaron a conocerse.
Cuando esperamos que alguien, al que queremos, nos quiera de un modo determinado, casi siempre nos decepciona.
A lo mejor hay que limitarse a amar y aceptar el modo de amarnos del otro. Es una cuestión para hablar largo y tendido, por supuesto.
Parte ortográfica:
-“que he vivido respecto un amor”. (que he vivido respecto a un amor).
-dejame (déjame).
Cada vez vas mejor, Silvia.
¡Buen fin de semana!