viernes, 14 de mayo de 2010

*La burrocracia

Sixto Martínez cumplió el servicio militar en un cuartel de Sevilla. En medio del patio de ese cuartel había un banco. Junto al banco, un soldado hacía guardia.

Nadie sabía por qué se hacía la guardia de aquel banco. La guardia se hacía porque se hacía, noche y día, todas las noches, todos los días, y de generación en generación los oficiales transmitían la orden y los soldados la obedecían. Nadie nunca dudó, nadie nunca preguntó. Si así se hacía, y siempre se había hecho, por algo sería.

Y así siguió siendo hasta que alguien, no sé qué general o coronel, quiso conocer la orden original. Hubo que revolver a fondo los archivos. Y después de mucho hurgar, se supo. Hacía treinta y un
años, dos meses y cuatro días, un oficial había mandado montar guardia junto al banco, que estaba recién pintado, para que a nadie se le ocurriera sentarse sobre la pintura fresca.

(De "El libro de los abrazos", de E. Galeano).

2 comentarios:

  1. Marta (1º Bachillerato de Ciencias)17 de mayo de 2010, 22:34

    Hola Carmen:
    Me ha gustado mucho esta historia, porque critica en un tono de humor un problema que se da mucho en nuestra sociedad, la falta de sentido crítico. En mi opinión, es fundamental que en tu día a día te cuestiones las cosas que haces, el porqué de tus acciones, y sobre todo, encontrarle un sentido. A menudo hacemos algo de forma mecánica sin encontrarle una explicación lógica. Con esta actitud lo único que conseguimos es dejar que cualquiera nos pueda manejar, puesto que no vamos a cuestionar nada de lo que nos digan. Es imposible poder dirigir tu propia vida, y no ser un peón, si no aprendemos que debemos analizar todas y cada una de nuestras acciones y nuestras conductas y descubrir si éstas tienen un fundamento lógico, o sí, por el contrario, lo hacemos por hacer. Creo que jamás lograremos nuestros objetivos si no tenemos la capacidad de razonar nuestros actos y sí atentamos contra nuestros valores, por eso, antes de llevar a cabo una tarea pensar en el porqué y en las repercusiones que ésta puede tener para mí, no sirve con limitarse a seguir a la "manada".
    Un saludo

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  2. Tienes mucha razón, Marta. El sentido crítico es fundamental para actuar con coherencia y verdadera liberatad respecto a nuestros valores, pues sólo si entendemos qué implica actuar de un modo u de otro en una situación dada, podemos decidir con criterio y hacernos responsables de nuestra decisión.
    Y es que ser libre es eso: conocer la naturaleza y las consecuencias de los distintas opciones que tenemos y asumir nuestra particular decisión y sus repercusiones.

    Has hecho un comentario muy inteligente, Marta.

    Un saludo.

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