lunes, 31 de mayo de 2010

*Ser abuelo te rejuvenece

"Tengo 67 años. Nací y vivo en Barcelona. Soy médico psiquiatra. Estoy casado con Vicky y tenemos 4 hijos y tres nietos, y vienen dos más en camino. ¡El nieto puede aprender mucho de la vida a través del abuelo!".

"¿Hay alguna parte mala de ser abuelo?", le pregunto a Paulino Castells, psiquiatra de familia y abuelo: "¡Ninguna!", me replica con énfasis, y se va a jugar con sus nietos.

Se habla poco de la relación nieto-abuelo, así que aprovecho para preguntarle cuatro cosas al respecto con la excusa de su reciente "Queridos abuelos", libro en el que Castells trata de "la importancia de ser mayor y saber manejarse con los hijos y los nietos".
Profesor agregado de Psicología de la Universitat Abat Oliba-CEU y con consulta abierta, su experiencia le lleva a darnos un consejo: "De vez en cuando organice fiestas para que nietos y abuelos pasen juntos buenos ratos".

.-¿Desde cuándo es abuelo?
Hace cuatro años entré en la abuelicidad. Cada vez que nace un bebé, nace un abuelo. ¡Te hacen abuelo!

.-¿Te hacen viejo?
¡Al contrario! Te rejuvenecen. Es una inyección de vitalidad: te alarga la vida. Te ponen al nieto en los brazos y te sube alguna lágrima: "Tú y yo haremos cosas juntos", sientes. El nieto llega con un halo de complicidad.

.-Le veo entusiasmado. ¡No hay título mayor que ser declarado "abuelo"! Es un regalo. Como dice Mary H. Waldrip, "los nietos son la recompensa de Dios por haber llegado a viejos".

.-Pues España es un país muy longevo.
Sí, con Japón, ¡pero aquí hay pocos nietos para tanto anciano!: la natalidad es baja.

.-¿Qué consejo da al abuelo debutante?
Al anciano solemos concebirlo como sujeto de atención, pero yo le digo al abuelo: "¡Tú puedes dar mucho! Dedícate a dar".

.-¿Cuál debe ser el papel del abuelo en la crianza del nieto?
Los abuelos son los colaboradores terrenales de los ángeles de la guarda. Y de servicio permanente, para lo que sea.

.-¿Debe ser educador del nieto?Debe decirle: "Haz lo que tu padre dice". Pero puede añadir: "Aunque hay también otro modo de verlo...". Y dar su criterio. Así el nieto aprenderá a cotejar, a discurrir...

.-¿Qué tiene el abuelo que le falta al padre? Otro sentido del tiempo: ¡tener cerca la fecha de caducidad da otra visión de todo! Cono me dijo el otro día Moisés Broggi, de 100 años: "Una ventaja de ser mayor es que no me preocupa el futuro".

.-¿Es mejor ser abuelo metomentodo o abuelo distante? Todo en justa medida: el abuelo debe intervenir sólo en la medida en que se lo pidan. Si no, debe morderse la lengua.

.-También hay abuelos explotados por los hijos, ¿no?
El abuelo ha borrado el no de su diccionario: para sentirse activo y útil, para no sentirse marginado, ¡dice sí a lo que le piden!

.-¿Cómo deberíamos tratar al abuelo?Con respeto. Por su trabajo de una vida, su experiencia, su sabiduría..., ¡todo abuelo merece respeto! Y veo demasiada falta de respeto a nuestros ancianos.

.-¿Es más fácil el contacto de abuelas con hijas y nietas que con varones?
Existe cierta inclinación matrifocal. Pero para ganar el cariño de los nietos, lo que deben hacer los abuelos es interactuar con ellos.

.-¿Qué error no debería cometer jamás un abuelo con sus nietos?Comprar el cariño del nieto con bienes materiales. Si al entrar en casa de los nietos, le miran a las manos y buscan en sus bolsillos en vez de mirarle a los ojos, ¡mal, mal!

.-Eso es que los ha acostumbrado mal. Si el nieto pregunta al abuelo: "¿Qué me traes?", que el abuelo responda: "Te traigo el mejor regalo: ¡yo mismo!".

.-¿Sin más?
No hay nada mejor. El abuelo debe contar historias: al nieto le encanta que el abuelo le cuente cómo era su padre cuando era niño como él. Al abuelo hay que dejarle contar todas las batallitas:¡es la memoria histórica de esa familia!

.-Cuando una pareja se separa, ¿qué pasa entre abuelos y nietos?
Puede suceder algo espantoso: que uno de los cónyuges impida a los padres del otro cónyuge ver a sus nietos. Me sorprende la cantidad de abuelos que me dicen, desolados: "Hace cinco años que no veo a mi nieto", o diez, o veinte años... ¡Es terrorífico!

.-¿Qué implicaciones psicológicas tiene?
Es una brutal amputación genealógica. Se le arrebata al nieto todo un árbol de su familia, la mitad de su origen. Es traumático, le pasará factura al chaval... ¡Y un día será él quien le pasará factura al amputador!

.-¡Que todos tomen nota!
La relación abuelo-nieto debería quedar a salvo de trifulcas entre los padres del nieto.

.-Ojalá así fuera.
El nieto puede aprender mucho de la vida a través del abuelo... ¡y también de la muerte! Un abuelo debería morir siempre en casa, dando las manos a sus nietos...

.-Al contrario, ocultamos la muerte.
Hoy nacemos y morimos en cama ajena. Si vive la agonía del abuelo, el nieto se vincula a su familia, a sus raíces, a la vida misma...

.-¿Qué enseñanza central querría transmitir usted a sus queridos nietos?
Amad. Y la capacidad de amar crece mediante el ejemplo: el padre que ama a la madre, la madre que ama al padre...

.-Y el abuelo que ama al nieto.
Es el amor más incondicional que existe. "El amor perfecto no llega, a veces, hasta el primer nieto", dijo alguien.

.-¿Qué recuerda usted de sus abuelos?
Recuerdo a mis dos abuelas. Una, Maria Tàpies de Cuixart, me llevó a la cultura: me regaló libros, me llevó al cine y al teatro... La otra, una santa mujer de su casa, me daba pan con vino y azúcar...

.-¿Qué abuelo célebre le gusta?
Miguel Delibes, por su capacidad de expresar pensamientos tan hermosos y su amor a la naturaleza y a sus familiares.

.-¿Y qué hace usted para ser un abuelo tan en forma?
"Para aprender a ser joven hace falta vivir muchos años", dijo Picasso: mi edad me está enseñando. Y ya lo djjo Noel Clarasó: "Si tratas bien tu cuerpo, ¡te dura toda la vida!".

(Entrevista publicada en "La Contra" de La Vanguardia).

4 comentarios:

  1. Tamara García Copado 1ºBachilleraro CC.SS.20 de octubre de 2010, 19:10

    Hoy en día pienso que encontramos dos clases de abuelos:
    -El abuelo totalmente vinculado con su nieto.
    -El abuelo "convencional".

    Los abuelos convencionales, por llamarlos de algún modo, son despegados, poco arraigados a los nietos, ya que, o ellos lo son o lo son sus nietos, o ambos. La relación abuelo-nieto en este caso es material, se basa principalmente en la paga, aunque para algunos abuelos es la única forma de poder ver a sus nietos, o de que los nietos los visiten, es una excusa.

    El otro tipo de abuelo es un abuelo de verdad, son abuelos que desde pequeños te han educado sin regalos, y te han brindado la oportunidad de escuchar sus batallitas ( como mi abuelo Bernabé, que me ha contado mil veces en todos los sitios de España y del extranjero donde ha vivido, o mi abuela Paquita, contándome la historia de Pastrana y llévandome allí para saber de donde vengo, para conocer mis orígenes). Un abuelo de verdad, se interesa por tus estudios, te da paseos, te lleva al cine, te dice lo que te quiere y lo guapo o guapa que vas y que eres, y lo más importante, que te trata sin distinciones, a todos los nietos por igual, sin preferencias.

    Yo, personalmente, me he encontrado con las dos clases de abuelos, y no me inclino por unos abuelos por la paga, sino por preocuparse por mí, por mis problemas, por quererme igual que al resto de sus nietos, ¡por preguntarme por mis amores! , por aconsejarme, cuidarme, en fin, mil cosas...

    Ser abuelo rejuvenece en el sentido de que, de cierto modo, eres "padre" de nuevo, porque muchos niños pasan más tiempo con sus abuelos que con sus propios padres.

    Un saludo.

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  2. Hola, Tamara:

    Me ha gustado mucho tu comentario, porque demuestra que manejas aquello que aprendes.

    Aplicar la palabra convencional a esa clase de abuelos que comentas me ha parecido muy bien.

    Este término recoge el significado de algo artificial y establecido, pero muy alejado de una relación auténtica, que es lo que deberían ser las relaciones familiares.

    Buen análisis del mensaje Tamara.

    Me llena de ilusión ver tu interés por aprender día a día, aunque esta excelente actitud, a veces, conlleve escuchar ciertas risas estúpidas de personas que no han comprendido el valor de aprender.

    No lo tengas en cuenta, y no te canses nunca de avanzar en tu desarrollo personal.

    ¡Ánimo! Camino a tu lado.

    Hasta pronto.

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  3. Marta Rivera 4º ESO A3 de marzo de 2011, 21:49

    Hola, Carmen:

    Claro que ser abuelo rejuvenece y sobre todo en esta sociedad en la que vivimos, en la que los niños pasan más tiempo con los abuelos que con los padres, por numerosos motivos como el trabajo, horarios... y un padre nunca dirá no a su hijo, porque quiere lo mejor para él.

    Pienso que no hay otra cosa más grande para un abuelo que poder estar con sus nietos, llevarlos al parque, jugar con ellos, pero sin duda lo que más les gusta y alegra es poder contar sus historias “sus batallas” de cuando ellos eran jóvenes, además estos les hace olvidarse de todos los problemas y rejuvenecer ya que recuerdan buenos tiempo. No hay nada más doloroso que ver a una abuela triste, preocupada...

    A mí sinceramente me da bastante pena las abuelas que no pueden o no les dejan ver a sus nietos, porque sus padres están separados, no se hablan con ellos… ya que su mayor ilusión es estar al lado de su nieto, poder verle, etc. Otra cosa también que quiero resaltar, es el simple hecho de que una abuela sólo vea a su nieto por el dinero que ésta le da, por los regalos o a veces incluso por obligación, pero en estos casos ¿Dónde está el amor fraterno, de un nieto hacia una abuela? ¿Por qué se pierde ese amor?

    Con respecto al texto, cuando se menciona: “Haz lo que tu padre dice…”, no estoy muy de acuerdo porque pienso que los abuelos también tienen un importante papel educador sobre nosotros sobre todo cuando somos niños, y no veo mal que nos digan lo que tenemos que hacer en cada momento, que nos den consejos, porque seguro que son útiles a lo largo de la vida.
    En conclusión, bajo mi punto de vista deberíamos pasar más tiempo a su lado, para poder aprender cosas buenas de ellos, pero sobre todo porque nos hacen ver la vida de otra forma diferente.

    Un saludo.

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  4. Hola, Marta:

    Has hecho un precioso comentario, lleno de sensibilidad. Ojalá todos los nietos miraran a sus abuelos como tú haces.

    Es verdad que, en gran parte, los abuelos están un poco apartados de sus nietos por un sinfín de circunstancias. Esta sociedad no valora a los mayores, les resulta una carga y los aparta de toda actividad realmente participativa. Se crean espacios especiales para ellos, ya sean de ocio o de estancia, pero en los que no se mezclan con la población activa. Así, toda su experiencia se desperdicia, y ellos se van secando en un vivir diario tedioso y poco satisfactorio.

    Antes, en las casas solían convivir toda la familia, por lo que el trato abuelo-nieto era cotidiano, natural. Hoy se construyen pisos para parejas con, como mucho, un par de hijos. Este elemento ha desintegrado un poco el núcleo del modelo familiar anterior.

    Puesto que tanto el padre y la madre trabajan, suelen echar mano de los abuelos para hacer de “canguros”. No tendría que ser así. Los abuelos deberían poder ver a sus nietos con toda normalidad, y por supuesto que, de poder, se quedarían guardando de ellos con gusto, y de paso echar una mano a los padres.
    Pero parece esto que se ha convertido en una obligación. Ahora no son abuelos, sino “canguros” pero sin sueldo.
    No es así en todos los casos, por suerte. Pero en general, si los padres utilizan a sus propios padres, los nietos lo observan y siguen el ejemplo.

    Es verdad que algunos nietos se acercan a sus abuelos sólo para sacarles algo, dinero o algún regalo o favor. Aquí es donde el abuelo debería plantarse y ejercer su papel educador. Porque el amor no se compra. Pero supongo que el nieto que actúa así lo habrá aprendido en casa.

    Dices no estar muy de acuerdo cuando el abuelo le dice a su nieto: "Haz lo que tu padre dice". Pero fíjate en lo que sigue: “Pero puede añadir: Aunque hay también otro modo de verlo.... Y dar su criterio. Así el nieto aprenderá a cotejar, a discurrir...”.

    Yo creo que este criterio está bien, porque por un lado no devalúa ni la opinión ni la autoridad de los padres de su nieto, y por otro le abre la puerta a que razone por sí mismo y encuentre su propio criterio.
    Obedecer a los padres no obliga a creer en todo lo que ellos dicen, como si fuera un dogma. Los padres también se equivocan, y los hijos, poco a poco, a medida que adquieran criterio, podrán exponer su propia opinión. Lo que no deben hacer los hijos – a no ser que lo que se les pida sea algo anormal, inmoral o peligroso- es cuestionar la autoridad de los padres.
    Por eso es importante fomentar el diálogo en casa. A medida que los padres van dando responsabilidades a sus hijos, también les deben dar cierto margen de libertad de decisión.

    Bueno, Marta, vas haciendo cada vez comentarios más maduros, y desarrollando un buen modo de expresión. Tú sigue así, que vas muy bien.

    Un saludo.

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