martes, 12 de enero de 2010

*Hanne Hunkkelberg



All above board and we see nothing.
Clean and empty hands
but still there’s something lurking.

We believe you when you lie,
buy your word, then you deny,
pay your wealth, you leave us high and dry.

You gamester, you tell us
our fortunes by your cards.
And you’re rubbing yourself deep
into our wounds.

You gamester, you fool us,
we watch your spinning wheel.
And we scratch, and we itch,
and the longer it takes for us to heal.

You promise ten birds, but in the bush
each and every sunday
sell your “letters of indulgence”.

We believe you when you lie,
buy your word, then you deny,
pay your wealth, you leave us high and dry.

You gamester, you tell us
our fortunes by your cards.
And you’re rubbing yourself deep
into our wounds.

You gamester, you fool us,
we watch your spinning wheel.
And we scratch, and we itch
and the longer it takes for us to heal.

A cheater’s armoury,
a cheater’s armoury ,
cheater’s armoury.

You gamester, you tell us
our fortunes by your cards.
And you’re rubbing yourself deep
into our wounds.

You gamester, you fool us,
we watch your spinning wheel.
And we scratch, and we itch,
and the longer it takes for us to heal.

You gamester, you fool us,
we watch your spinning wheel.
And we scratch, and we itch,
and the longer it takes for us to heal .

All you’ve got is shifty eyes,
a black dress, a false name.

Hanne Hukkelberg, cantante noruega, nació en abril de 1979. Su primer disco, «Little Things» (2005) fue el resultado de dos años de trabajo. Durante ese tiempo Hanne Hukkelberg recorrió Oslo en bicicleta en busca de sonidos e impresiones que plasmar en el estudio.

Cantante y multiinstrumentista precoz, a los tres años ya cantaba y tocaba la batería mientras su padre la acompañaba al piano. Aunque creció escuchando música clásica, sus primeros escarceos adolescentes los hizo como vocalista de rock, metal y free-jazz.

Su debut contenía un eclecticismo sonoro al que incorporó una buena dosis de pop y electrónica que potenció con el deje jazzy de su voz. Acompañada por ilustres compatriotas como Jaga Jazzist, Kaada o Exploding Plastix, Hukkelberg creó un disco inesperado, onírico, frágil, absorbente y mágico cuyo valor se acrecenta a cada escucha.

En 2007 lanzó su segundo álbum «Rykestraße 68», cuyo título hace referencia a una calle berlinesa donde se encontraba el estudio en el que grabó el CD. Éste mantenía el sonido característico de la noruega con el uso de objetos cotidianos en las canciones, y resultó ser un disco mucho más oscuro e intimista que abrazó otros géneros musicales como la bossanova o el rock.

En el 2009 la cantante publica su tercera entrega discográfica, «Blood From A Stone», que es definitivamente un paso evolutivo en una carrera marcada por la ingenuidad y el intimismo de sus dos primeros álbumes para abarcar un rock algo más maduro a pesar de la timidez de algún tema, y que promete, sin duda, ser su disco más polémico.

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