Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es: AUTENTICIDAD.
Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama: MADUREZ.
Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona sólo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es: RESPETO.
Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama: AMOR HACIA UNO MISMO.
Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé que eso es: SIMPLICIDAD.
Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y con eso erré muchas menos veces. Así descubrí: LA HUMILDAD.
Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama: PLENITUD.
Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme, pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es: SABER VIVIR.
Aquí habla de que empezó ha amarse cuando empezó a examinarse. Yo creo que esto es un claro ejemplo a seguir, para mí por lo menos.
ResponderEliminarPorque igual que él, podríamos hacer todos si nos examinaramos y como muy bien dice él nos amariamos más a nosotros mismos.
Si llegaramos a conseguir lo mismo que lo que se dice en el texto, yo creo que habríamos conseguido mucho, y sobretodo seríamos más felices.
Y para finalizar, quiero decir que todos si nos lo proponemos lo conseguimos sea lo que sea.
PD:Me ha gustado bastante este texto porque no es muy extenso pero reúne todas las ideas importantes sobre este tema.
Un saludo Carmen.
Hola jesús:
ResponderEliminarAmarse a uno mismo de verdad exije dos cosas: llegar a conocerse y aceptarse, con sus flaquezas y sus virtudes. Pero no es fácil, todos lo sabemos. Aunque hay un trayecto que conduce a este estado. Y entonces, como bien dices, uno es más feliz... y hace más feliz a los demás.
Pero no olvides que lo importante es el camino, el intentarlo día a día; la meta es como el horizonte: una guía siempre visible y siempre inalcanzable.
Buen comentario, Jesús.
Hola carmen.
ResponderEliminarViendo tu blog, me fijé en este tema que me parece bastante interesante.
Una persona tiene que aceptarse tal y como es y solo asi podra amarse de verdad, sin que le importe la opinión de la gente o los comentarios que le hagan.
Ami me ha pasado una situación en la que me di cuenta que aveces no merece la pena escuchar estupideces.
Se reian de mi por todos mis defectos y yo no lograba entender el porque
hasta que me di cuenta de que solo siendo yo y queriendome ami mismo no me importaria lo que la gente diga de mi.
Siempre he sido un chico con la AUTOESTIMA muy baja me he querido mas bien poco
me influye mucho la opinión de las personas.
MADUREZ: que decir, me considero un chico maduro en ocasiones y infantil en otras, pero tengo las ideas claras y se lo que quiero, algo muy importante en esta vida.
He elegido estas caracteristas como puedo elejir otras pero creo que si todas las personas reunieramos por lo menos 3 de estas caracteristicas, seriamos todos un poquito mejor personas.
Un beso.
Hola Abel:
ResponderEliminarCreo que has hecho un comentario muy sincero y con mucha sensatez. Te daré mi opinión sobre algunas de las cosas que dices.
.-Sí, amarse a sí mismo o amar a otros implica aceptación. Eso no significa que no haya que seguir creciendo, madurando, puliendo defectos, pero es importante aceptase en lo que uno es: un ser imperfecto que trata siempre de mejorar, y que mira a los otros con el mismo prisma e igual actitud: aceptándolos como son, o como van siendo, porque uno siempre va cambiando.
.-Dices que a veces no merece la pena escuchar estupideces. Yo creo que escuchar estupideces nunca merece la pena. Lo que sí es importante es comprender si tales estupideces son dichas por ignorancia, pero sin malicia, o son dichas con malicia, que es la peor de las ignorancias.
.-Cuando se ríen de nosotros nunca entendemos íntimamente por qué lo hacen (podemos saber el motivo, pero comprender ese acto que nos daña, cuesta). Es verdad que cuando uno se quiere a sí mismo, lo que digan o piensen los demás afecta menos, pero siempre cuenta, porque somos seres sociales y necesitamos ser queridos y aceptados por los otros. Formamos parte de un todo, y sentirse excluidos o despreciados, duele. Aquí, la enseñanza que te puede servir es que el maltratro que recibimos por parte de otros y que tanto nos daña, también duele a los otros cuando somos nosotros los que maltratamos. Hay que tratar a los demás como nos gustaría ser tratados. Es una regla de oro.
.-Sobre lo de tu baja estima, es bueno que te lo reconozcas, pero no te quedes anclado en ello. Localizado un problema, hay que buscar una solución.
Abel, tienes muchas virtudes, pero a veces, por cuestiones íntimas tuyas, has tenido un comportamiento con los demás que ha provocado distanciamiento, mala opinión sobre quién realmente eres, etc... Mira, la autoestima se alimenta de la estima que nos tienen los demás. Por tanto, dedícate a querer más a los otros y verás que los otros empezarán a quererte más a ti y... tu autoestima crecerá como la espuma. Y cuando digo querer a los otros, me refiero a todos, no sólo a los más brillantes o influyente, sino también, o sobre todo, a los que pasan desapercibidos, o se sienten aislados, o creen ser poca cosa... Abel, saca tu lado bueno y bríndalo con generosidad a cualquiera, te caiga mejor o peor. Transforma tu ira, que es una gran fuerza, en algo positivo y algo sorprendente ocurrirá dentro de ti.
.-Eres maduro en algunas cosas e infantil en otras. Eso no es malo, mientras madures en los aspectos que es necesario madurar, y conserves al niño que llevas dentro en cosas que también son esenciales en la vida. Hay mucha sabiduría en acumular conocimientos y experiencia sin perder la inocencia con la que nacemos.
.-Tú mismo lo has dicho: siempre podemos ser mejor personas y más felices. Basta con saber lo que es realmente importante para uno mismo, y lo que tiene importancia respecto a los demás. Entonces uno puede marcarse un camino propio, que no quede aislado del camino de los otros. Hay que buscar la armonía dentro de la relación con los otros.
Abel, desde ya, leyendo o como sea, pero sobre todo a partir del próximo curso, has de marcarte el firme próposito de mejorar tu ortografía, porque te expresas muy bien y tus ideas tienen mucho contenido y ánimo de sinceridad. Y es una verdadera pena. ¿Quieres ser mejor persona? Pues ya te he dado algunas indicaciones, y mejorar tu expresión escrita es también una de ellas. El próximo lunes me buscas y te entrego un “regalito”. Yo te espero.
Un beso, Abel.