lunes, 28 de junio de 2010

*Ser quien eres (I)

.-El prestigioso filósofo y académico Emilio Lledó, recopila en el libro "Ser quien eres" una serie de ensayos en los que reflexiona sobre la educación.
Uno de los defectos actuales de la Universidad no es sólo el asignaturismo, que viene de muy lejos, es también la funesta idea de utilidad, pensar que los cuatro o cinco años de carrera es la manera de ganarse la vida. Ésa es la manera más grande de corromper a la juventud, hacerle creer que se tiene que ganar la vida inmediatamente".

.-"Ser quien eres, ensayos para una educación democrática" es el primer volumen de la colección "Repensar la educación", que edita Prensas Universitarias de Zaragoza.
El título del libro me pareció al principio un poco pretencioso, pero luego me di cuenta de que era una cosa muy modesta y normal. Apunta hacia un ser racional e inteligente, bueno, honesto, decente, como era el ideal del sabio griego, una persona llena de ideales y de proyectos hacia el futuro; no de él solo, sino también de la ciudad a la que pertenece. Ese ser encarna un idea, pero, al mismo tiempo, es un ser que se construye, que necesita un quien que se proyecte, que luche, que tenga libertad de mente. Ahora se habla mucho de la libertad de expresión, que es esencial, pero antes hay que saber pensar. La libertad de pensar es tener las neuronas fluidas, el mundo de la libertad es el mundo de tener posibilidad.

.-Emilio Lledó, a sus 83 años de edad, tiene un avanzado concepto de la educación, que parece situarse a años luz del modelo actual de la universidad española.
El mundo es el mundo de la posibilidad. No vivimos en realidades cuajadas, eso sería una falsa educación, una falsa sociedad. Nosotros estamos atados a los instintos, pero gracias al lenguaje y mil cosas podemos desatarnos. Somos naturaleza, cuerpo, carne, huesos, corazón y ritmos vitales, pero al mismo tiempo tenemos posibilidad de ser cosas a través del lenguaje y la educación, abrirnos a determinados campos y que el mundo se nos presente como un horizonte móvil y transitable, no como un encasillamiento de carreras y estructuras estereotipadas, regidas por la funesta idea de utilidad. Y pensar desde la libertad, desde la posibilidad, es hacerlo sin esquemas establecidos, sin frases hechas, sin estereotipos que te dicen lo que es bueno, malo y regular, cuáles son los valores, cuáles los ideales y qué tienes que hacer. La mayoría es una pura falsedad.

.-Lledó se confiesa admirador de la Universidad alemana, más próxima a su idea de que "educar es crear libertad, dar posibilidad al pensar". El filósofo, que vivió más de catorce años allí, se enamoró de la manera de educar el saber en el país germano.
Cada profesor, dentro de su especialidad, dedicaba un semestre a hablar de un tema que él mismo proponía. Los cursos se dividían en semestres y sólo había dos exámenes, uno hacia la mitad y otro al final. Para mí fue un descubrimiento. Yo venía de una universidad asignaturesca, con exámenes en junio y septiembre, una enfermedad que todavía arrastra la universidad española. Cuando regresé y fui a dar clases a la Universidad de La Laguna , un grupo de alumnos se acercó a preguntarme si yo iba a exigir los apuntes en el examen, qué texto iba a recomendar... Me quedé descolocado. El profesor que exija sus apuntes no merece ser profesor. Se necesita que los chicos sepan. El aprendizaje es un problema mixto entre el alumno y el profesor, pero el profesor tiene que crear el espacio de libertad para que el alumno elabore lo que les dice, lo asimile y lo recree.

.-Emilio Lledó les examinaba, porque así se lo exigía el Estado para dar después el título a los estudiantes, pero en esas pruebas sólo pedía a los alumnos que escribieran sobre algo que les hubiera interesado del curso. No obstante, si el estudiante aportaba otra cosa y estaba bien hecha, se ganaba el sobresaliente. Además, les planteaba diez o doce preguntas, para que escogieran dos o tres, y no ponía límite de tiempo para contestar.
Yo he tenido que pasar exámenes en los que había diez minutos para contestar cada pregunta y eso es la muerte de la creatividad, del pensamiento, de la libertad y de la educación.

.-Emilio Lledó lo tenía muy claro, debía ser coherente con su forma de ser, de pensar y de entender la Universidad.
Hay que dejar a los jóvenes que se encarnicen cuatro o cinco años con la literatura, con la química orgánica, con el derecho administrativo, que sueñen un poco. Luego ya se colocarán. La universidad no tiene que ofrecer salidas, lo que tiene que ofrecer son entradas y espacio para permanecer en ella". El éxito de la educación en países como Alemania o Francia es que la enseñanza pública "está mimada", algo que me gustaría que también ocurriera en España. Además, desearía que se pudiera desterrar esa especie de encorsetamiento de exámenes y apuntes. El asignaturismo es la enfermedad más grave que arrastra la Universidad española.

(Extracto de entrevista publicada en "Diario AltoAragón").

2 comentarios:

  1. Jesús Jaramillo Martínez 1ºBachillerato Ciencias16 de febrero de 2011, 0:12

    Hola Carmen:

    Este texto me parece bueno porque critica muy bien la forma de enseñar de las universidades.
    Pienso que lleva razón cuando dice que nos deberían de dejar (a los alumnos) más tiempo en aquellos exámenes que son más de pensar, razonar... pero por el contrario a mí, personalmente no me gustaría que me evaluasen de esa forma. Pienso que si fuera así, la gente no aprendería tanto. Porque no atenderían tanto en clase y luego se presentarían al examen sin más. Y si como dice él, alguien pone algo diferente, algo nuevo, es decir, komo vimos en la primera evaluación, una persona creativa habría aprobado con el mínimo esfuerzo.

    Carmen: ¿me podrías decir el significado de esta frase?.
    El éxito de la educación en países como Alemania o Francia es que la enseñanza pública "está mimada", algo que me gustaría que también ocurriera en España.

    Un saludo Carmen.

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  2. Hola, Jesús:

    Si sobre un tema que hay que exponer de forma razona y creativa te dan media hora, tendrás menos posibilidades de hacerlo bien, que si tienes una hora o el tiempo que necesites.
    Una cosa está clara: si de algún tema no sabemos nada, ya nos pueden dar un día para pasar el examen: no seremos capaces de decir nada que se entienda.

    Que te den más o menos tiempo para pasar una evaluación no tiene nada que ver con tu interés por aprender, o con prestar mayor o menor atención en clase. Son dos cosas distintas.

    Otra cosa importante: has de procurar no contradecirte en tus ideas u opiniones. Por ejemplo, decir que estás de acuerdo con que en cierto tipo de exámenes se deje más tiempo, es contradictorio con añadir que te parece que este modo de evaluar provocaría que la gente aprendiera menos. Piensa en este razonamiento tuyo, y saca tu propia conclusión.

    “Mimar” la enseñanza pública, como hace el Estado en Alemania o en Francia, significa poner más recursos, más y mejores profesores, menos masificación en las aulas, etc. Es decir, que la enseñanza pública debería tener la misma calidad y prestigio que la privada. Cosa que en España no es así, ni de lejos.

    Ortográficamente hablando, aún tienes que esforzarte mucho, Jesús. Y desde luego, ese “komo”… yo no me lo como. Has de distinguir el uso del lenguaje que se da en los chats y en los mensajes por el móvil, del que debes utilizar en los textos académicos.

    Sabes que todo esto te lo digo para que mejores, pero tú has de poner tu parte… y si no sabes cómo, siempre puedes preguntarlo.

    Un saludo, Jesús.

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