miércoles, 30 de junio de 2010

*La ira: nuestro enemigo interior

Raymond Novaco, experto en psicología sobre el enfado, vive rodeado de airados. Es pionero en el tratamiento cognitivo-conductual de la ira. Ha realizado trabajos de investigación con población reclusa y veteranos de guerra (Iraq y Afganistán) sobre el estrés postraumático, y asegura que lo que arraiga más el trauma es precisamente la ira. Ahora estudia los efectos sobre los niños de padres iracundos: "Si queremos mitigar la violencia en nuestra sociedad, hemos de empezar en casa", nos dice.

"Tengo 63 años. Nací en Nueva Jersey y vivo en California. Soy catedrático de Psicología y Conducta Social en la Universidad de California, Irvine. Casado, sin hijos. ¿Política? Que el gobierno deje a la gente en paz. Creo que hay un poder divino que no tengo capacidad de comprender.

.-¿Qué le pone iracundo?
Los políticos y mi madre..., mírela, aquí está, jugando al golf.

.-Lleva su foto encima.
Es italiana, un carácter, pero la quiero muchísimo.

.-¿Por eso estudia la ira?
No, ja, ja. La ira es una emoción humana corriente muy importante para vivir, lo que pasa es que a menudo se confunde con la agresión, que es un comportamiento.

.-La frontera es borrosa...
La ira es un problema cuando es demasiado frecuente, intensa, rápida, duradera y se expresa violentamente. La ira es una emoción normal, pero necesita regularse. Además, en una intensidad elevada, la ira nunca es útil.

.-¿Lo es en algún caso?
La ira da energía al organismo, es una de sus funciones. En circunstancias difíciles puede ayudarnos a persistir, a no rendirnos. Y también tiene una función comunicativa.

.-Curiosa forma de comunicarse.
A veces las personas no se comunican hasta que aparece la ira, de manera que el enfado sería el vehículo para comunicar emociones negativas. La ira nos da fuerza, poder.

.-Por eso tiene adeptos.
Moviliza contra sentimientos de opresión o de victimización, fortalece al grupo.

.-¿Cómo se aprende a controlarla?
La ira es líquido caliente en un recipiente, para aprender a controlarla se necesita un termostato. Hay que estar muy atento a las propias sensaciones. El control de la ira reside en la reflexión. Hay que preguntarse si había motivo para enfadarse tanto.

.-Pero eso es a posteriori.
Hace ya mucho que sabemos que nuestros pensamientos y percepciones influyen en nuestro comportamiento. Los primeros en afirmarlo fueron Séneca y el médico de Marco Aurelio, así que los conceptos teóricos que barajamos hoy tienen dos mil años.

.-¿Sabemos algo nuevo?
No nos enfadamos sólo por lo que pasa, sino por el significado que le damos; y eso tiene que ver con el sistema cognitivo. Y en nuestra vida desarrollamos normas sobre cómo la gente debería comportarse y actuar.

.-Y si te las saltas, hay quien se enfada.
Así suele ser. Y también la ira tiene que ver con nuestro sistema de activación fisiológica: si tenemos la presión alta o tensión muscular, estamos más predispuesto a un ataque de ira. También influye el sistema conductual: según como actuemos, pensaremos.

.-Qué interesante.
Si la persona desarrolla hábitos de agresividad, estos influirán en la manera de pensar y en las emociones. La persona a quien le faltan habilidades de conducta para sobrellevar ciertas situaciones, como la comunicación o la capacidad para solucionar problemas, fácilmente usará la ira para resolverlos. Es un sistema interconectado entre pensamientos, emociones, conductas y entorno.

.-Un popurrí.
Nuestro comportamiento, a su vez, modela el entorno en el que nos movemos. Las personas que actúan de forma antagonista apartan a los que podrían darles apoyo. Por esto, el amor y la gentileza son un buen antídoto contra la ira.

.-¿Por dónde empezar?
Reformulando las experiencias personales para cambiar su significado. Alguien que se enfada con frecuencia verá fácilmente maldad y hostilidad en los otros, hay que encontrar un análisis alternativo. La gente muy airada pierde la perspectiva. La ira es la ausencia de apreciación.

.-Eso es vivir mal.
Perder la capacidad de apreciar a los otros y la belleza del mundo es muy dañino. La ira es un veneno en la mente.

.-¿Cómo regular el sistema fisiológico?
Yo utilizo la respiración (lenta y profunda) como foco de relajación, ya que es un ritmo central del cuerpo. A nivel conductual, la persona necesita desarrollar habilidades verbales y empáticas para confrontar las situaciones de ira.

.-¿Alguna estrategia?
Hay que desarrollar una jerarquía de situaciones provocadoras de ira empezando por las de baja intensidad, porque si no controlas estas, no controlas ninguna.

.-¿Pero cuál es el fondo del problema?
No entender bien el mundo y la vida. La vida es corta, si te pasas el día enfadándote pierdes muchas situaciones de disfrute. Guarde su enfado para cosas importantes. La ira y el enfado consumen tus recursos. Hay que preguntarse a menudo: ¿mi carácter, mis enfados están interfiriendo con mis relaciones, mi salud, mi trabajo?

.-Las personas de pronto fácil no pueden evitarlo, aunque luego se arrepientan.
La ira es un hábito: puede y debe controlarse incluso en situaciones de supervivencia. En una pelea a vida o muerte, la ira es una desventaja. Los profesionales lo saben, si no estás airado peleas más rápido, atacas en diferentes niveles y manipulas el espacio.

.-Treinta y cinco años investigando y tratando, ¿qué ha entendido del ser humano?
Que es importante creer en cosas más grandes que uno mismo, que hay más alegría en dar que en recibir, y que la apreciación de la amistad y el amor es lo que te sostiene en la vida. Amor, gentileza y humor son unos buenos antídotos contra la ira. Sobrellevar el dolor es la capacidad que te hace fuerte.

.-¿Qué hay detrás de la ira?
Cuando nos enfadamos, lo que estamos haciendo es intentar controlar la situación. Tras la ira hay alguien cuya perspectiva de vida es demasiado estrecha y que exagera la importancia de los acontecimientos.

6 comentarios:

  1. Hola Carmen:
    En mi opinión,este experto en psicoligía emplea una metáfora muy correcta(la utilización del recipiente y el termostato).
    La ira puede facilitar la paciencia.Por otro lado, puede ser destructiva cuando no encuentra su salida apropiada en la expresión,es decir,la ira es necesaria en su justa medida,ya que nos proporciona energía para defendernos psicológicamente de las situaciones amenazantes.
    Si la ira no se controla,desemboca en un agresión física,lo cual,la persona con ira, sería una persona afectada mentalmente,sin considerarla demente o loco.
    Un saludo

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  2. Hola, Rocío:

    Has hecho un comentario muy bueno, resaltando las partes esenciales de un modo ordenado y razonado, y, además, has aportado alguna cosa de tu propia cosecha. Esto me gusta.

    Te expresas muy bien, pero cometes repetidamente un error ortográfico muy fácil de corregir: después de una coma, de un punto y seguido, de un punto y aparte, etc., SIEMPRE debes dejar un espacio.

    Revisa tu comentario y verás que nunca lo haces.

    -La palabra “psicoligía” está mal escrita. Se escribe psicología. Pienso que este error es más bien una errata, algo producido por descuido, por no repasar tu escrito antes de enviarlo. Para evitar esto, oblígate siempre a repasar tus escritos.

    Por último, la expresión: “Si la ira no se controla,desemboca en un agresión física,lo cual,la persona con ira…”, lo correcto (dejando la falta de espacio tras las comas) sería:

    -Si la ira no se controla, desemboca en un agresión física, por lo cual, la persona con ira…

    Venga, Rocío, tienes que corregir estos errores, porque razonas muy bien y sabes expresar tus ideas de una forma muy clara y ordenada. Por esto te pido que te esfuerces en el tema ortográfico, ¿vale?

    Una última cosa: al poner tu nombre y apellidos en el comentario, añade el curso en el que estás.

    Un saludo.

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  3. Tamara García Copado. 1ºBachillerato CC.SS20 de octubre de 2010, 18:46

    Buenas, Carmen:

    Me identifico con algunas de las conductas que se citan, como utilizarla como modo de comunicación de emociones negativas, que establezco normas sobre cómo me gustaría que se comportaran o actuaran las personas que me rodean o que ,como me enfado frecuentemente, veo siempre maldad y hostilidad.

    La ira, a mi parecer, no tiene a penas nada positivo, salvo el desahogo emocional del momento.

    Yo soy una persona bastante enfadica, y es cierto que todo depende de las interpretaciones que tomamos sobre las situaciones que se nos dan: una persona iracunda busca el defecto, una pega, por muy pequeña que sea, pues hasta las buenas acciones o intenciones se interpretan como malas.

    Y sí, es vivir mal, pero creo que cuando se te da una situación donde la ira puede contigo, no tienes en cuenta las consecuencias que puede conllevar el placer del desahogo.

    Es difícil controlar este sentimiento, porque la ira, como ya te conté el año pasado basándome en la inteligencia emocional, desemboca en el aumento del ritmo cardíaco y la presión arterial, provocando más alcance de sangre en las manos o extremidades dando lugar a una actitud violenta.

    Creo que enfadarse es como una especie de respuesta instantánea, parecido a retirar la mano si nos quemamos, sale en el momento, creo que se piensa de verdad si merece la pena enfadarse cuando ya lo has hecho.

    Un saludo.

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  4. Hola, Tamara:

    La ira, al ser una explosión emotiva, debemos controlarla. Como bien dices, apenas tiene cosas positivas, a no ser que la sepamos canalizar.

    Por otro lado, en la vida pasan cosas que nos causan ira; algunas son una señal de que tenemos una sensibilidad sana, otras pueden indicar una fragilidad de nuestro temperamento.

    Por tanto, las causas de nuestra ira son como un espejo que nos muestra cómo somos frente a hechos que desechamos, o que consideramos no deseables. A partir de esta imagen de nosotros mismos, podemos mejorar cosas, reeducar nuestro carácter, entender las causas de nuestra ira y la de los otros, en fin…

    ¿Sabes? Nunca he visto aplacar la ira de nadie con una muestra de mayor ira; si he visto, en cambio, amansarla con un beso, con un abrazo, con un gesto de sincero afecto o comprensión…

    Bien, Tamara. Muy meritorio tu comentario, sobre todo porque has buscado entender cómo actúa la ira en ti misma.

    PARTE ORTOGRÁFICA:

    Ya te he comentado en otras ocasiones, que redactas bien y apenas cometes errores (de hecho, los que hay en este comentario, más que errores, son erratas: fallos que se te han colado por no repasar el escrito antes de enviarlo. ¡Y no será que no os lo repito! Te los señalo:

    -…no tiene a penas… (…no tiene apenas…).

    -… o que ,como me enfado (…o que, como me enfado…).

    -…enfadica (este un término que se usa mucho coloquialmente, pero no está recogido en el Diccionario de la Real Academia Española. Por tanto, aunque no es incorrecto usarlo en el habla, por escrito, su expresión correcta es “enfadadiza”).

    Bueno, Tamara, un saludo.

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  5. Beatriz Rubio Ruiz, 4º ESO B

    Hola, Carmen:

    Estoy de acuerdo con lo que dice este filósofo, en cuanto al tema de la ira, ya que, comparto la idea, pero no entiendo porque la ira es importante en la vida, ya que por muchas situaciones que he vivido, la ira no a causado nada mas y nada menos que desastres, pero también opino que una descarga de ira a veces no es tan mala, ya que, si te guardas mucha ira acumulada es mucho peor después el desastre.

    En mi opinión la mayoría de las personas que tienen problemas de ira es porque les falta amor, o porque se sienten solas, ya que por esto tienden a enfadarse tanto, también pienso que las personas que tienen tanta ira, la quieren enseñar al exterior para intentar creerse superior a otra persona, cuando en el fondo esa persona sabe que no es así.

    Pienso que una persona que tiene mucha ira, es muy difícil que la controle ya que ha vivido toda su vida así, y costumbres así pienso que son difíciles de quitar. Pero después de estos ataques de ira esta persona siempre recapacita ya que en la mayoría de las veces se equivoca e intenta pedir perdón a esa persona, pero pienso que la mayoría de las personas que tienen tanta ira tienen también mucho orgullo, porque al tener esa ira y el pedir perdón esta persona piensa que se rebaja al pedir perdón.

    Un saludo.

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  6. Hola, Beatriz:

    La ira es una emoción, y como tal, ni es buena ni es mala. Un ejemplo: De repente algo sucede y tú sientes ira, enfado, rabia. Indica que algo de lo que ha sucedido te hace reaccionar; en este sentido es positiva, porque significa fuerza.
    O imagínate que te encuentras en peligro porque un animal te persigue como presa, estas situaciones eran habituales cuando los hombres estábamos en los albores de la hominización. En ese momento, sentir ira en cantidad suficiente como para enfrentarte a un depredador, te podía ayudar a sobrevivir.

    Lo que quiero decir es que la ira forma parte de nuestro necesario bagaje emocional, ése que nos ha permitido sobrevivir en condiciones adversas.

    ¿Dónde está el problema? Cuando descargamos la ira en situaciones que no son de supervivencia, sino que son conflictos normales de relación que se pueden solucionar mediante el diálogo y la negociación.

    Cuando no controlamos esta emoción tan fuerte, ocurre que ella nos controla a nosotros y nos arrastra a realizar acciones que empeoran la situación primigenia. Este es el problema; además, el nivel de alteración es tan fuerte que nos ocasiona una situación de estrés, el corazón palpita más deprisa, nos sudan las manos, se nos seca la boca, nos sube la presión arterial, etc.

    Si esta reacción es habitual en nuestra vida, acabaremos bastante mal, por varias razones: una, la fisiológica, pues es insostenible para nuestro sistema nervioso central mantener este nivel de activación; y otra, que generaremos reacciones en las víctimas de nuestra ira que nos traerán más problemas.

    Pero como emoción, es necesaria, ya que en situaciones de extremo peligro nos puede ayudar a salvar la vida; e incluso, en situaciones de injusticia clara contra nosotros, o contra los seres humanos, nos empuja a reaccionar, en lugar de quedarnos pasivos.

    Parte ortográfica:

    En lo que es la ortografía en sí, reconozco que has mejorado mucho. Tan sólo se te han colado dos errores, y alguna que otra coma que falta, o que está mal puesta. Pero estás logrando un buen nivel.
    Ahora, hemos de mejorar el modo de expresión, que lo puedes simplificar bastante, como verás cuando te entregue tu comentario y su versión simplificada para que las compares, y trabajes tu estilo.
    Te señalo tus dos errores:

    -…a causado… (…ha causado…) Cuando tengas dudas de si una “a” va con “h” o sin ella, intenta pasar la frase a algún tiempo del verbo “haber”: a causado = había causado, hubiera causado… por tanto está “a” se escribe con “h”, pues pertenece al verbo haber.

    -…mas… (…más…) Más se acentúa cuando es lo contrario de menos.

    Hasta pronto, Beatriz.

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